El SAT endurece reglas contra el abuso del comercio electrónico
Una vez más el SAT buscando donde rascar para que al final, el consumidor sea el que pague.
En los últimos meses, la industria minorista ha señalado repetidamente un problema creciente: El uso indebido del esquema de los minimis por parte de plataformas de comercio electrónico como Temu, Aliexpress y Shein, así como por empresas de mensajería y paquetería. Este esquema, diseñado para exentar de impuestos las importaciones de menor valor a los 50 usd, se ha convertido en un medio para evadir grandes sumas en impuestos, lo que ha llevado al Servicio de Administración Tributaria (SAT) a intervenir con nuevas regulaciones.
Identificación del problema
El SAT ha identificado un patrón de importaciones irregulares de productos como ropa, electrónicos y juguetes, donde el valor declarado de los paquetes se manipula para evitar el pago de impuestos. Esta práctica no solo afecta la recaudación del Impuesto General de Importación (IGI) y del Impuesto al Valor Agregado (IVA), sino que también constituye un acto de contrabando y defraudación fiscal.
Las cámaras de comercio minorista y de la industria del vestido han denunciado estas prácticas repetidamente. La Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) ha estimado que la evasión de impuestos a través del abuso del esquema de los minimis le cuesta al fisco aproximadamente 38,000 millones de pesos al año. Esta cifra subraya la magnitud del problema y la urgencia de una solución efectiva.
Las nuevas regulaciones del SAT
Ante esta situación, el SAT ha decidido modificar las Reglas Generales de Comercio Exterior para 2024, una medida que promete ser crucial para mantener la integridad del sistema fiscal. Estas nuevas reglas buscan frenar prácticas como la división de pedidos en paquetes más pequeños para que cada uno no supere el umbral de los 50 dólares exentos de impuestos. Además, imponen sanciones a aquellos que faciliten o participen en estas tácticas.
La publicación anticipada de la Primera Modificación al Anexo 5 de las Reglas Generales de Comercio Exterior para 2024 es un paso necesario y positivo -obviamente no para los usuarios-. Esta modificación tiene como objetivo principal regular prácticas como la manipulación de pedidos para que el valor de cada paquete no exceda los 50 dólares, evitando así el pago de impuestos. Además, establece sanciones para aquellos que asistan o participen en la implementación de estas prácticas indebidas.
Impacto en la “competencia justa”
La implementación de estas medidas tiene implicaciones profundas. En primer lugar, promueven una competencia más justa y equitativa entre las empresas nacionales e internacionales. Las empresas locales, que cumplen con todas las regulaciones fiscales, se ven gravemente afectadas cuando sus competidores extranjeros pueden ofrecer productos a precios significativamente más bajos al evadir impuestos. Al cerrar estas lagunas, el SAT nivela el campo de juego y fomenta un mercado “más justo”.
Las empresas extranjeras que utilizan plataformas de comercio electrónico han encontrado en el esquema de los minimis una forma de competir deslealmente, aprovechando la falta de control riguroso para inundar el mercado con productos más baratos. Esta situación no solo afecta a los fabricantes y minoristas locales, sino que también socava la economía nacional al reducir los ingresos fiscales.
Consecuencias para los usuarios y consumidores
Desde la perspectiva de los consumidores, estas regulaciones pueden parecer restrictivas en un primer momento, pero según el SAT, a largo plazo promueven un mercado más saludable y transparente. Las empresas que cumplen con las regulaciones fiscales ofrecen productos que han pasado por controles de calidad y seguridad, lo que garantiza que los consumidores reciban productos fiables y seguros.
A corto plazo, es probable que los consumidores experimenten un aumento en los precios de algunos productos importados, ya que las plataformas de comercio electrónico y las empresas de mensajería y paquetería ajustarán sus precios para incluir los impuestos que antes evadían. Sin embargo, este incremento es un costo necesario para asegurar que todos los productos en el mercado cumplan con los estándares de calidad y seguridad.
Conclusión
Si bien estas nuevas regulaciones del SAT buscan abordar la evasión fiscal y el contrabando, es esencial considerar el impacto negativo que podrían tener en los consumidores y usuarios. A primera vista, las medidas parecen proteger la integridad fiscal del país y fomentar una competencia justa, pero también pueden ser vistas como una maniobra más del gobierno para incrementar su recaudación a expensas de los consumidores.
Las plataformas de comercio electrónico como Aliexpress, Temu, Shein entre otras han permitido a muchos consumidores acceder a productos innovadores y de calidad a precios competitivos. Con estas nuevas regulaciones, es probable que muchos productos queden fuera del alcance de los consumidores medios, limitando su capacidad de elección y afectando su poder adquisitivo. El SAT podría argumentar que está protegiendo a la industria local, pero esto no debería hacerse a costa de los consumidores.
En resumen, mientras que las nuevas regulaciones del SAT pueden tener buenas intenciones al buscar una competencia más justa y una mejor recaudación fiscal, no se debe pasar por alto el impacto negativo en los consumidores. Aumentar los precios y limitar el acceso a productos internacionales puede parecer una solución rápida para el gobierno, pero a largo plazo, podría perjudicar a los consumidores, quienes merecen un mercado justo y accesible. El enfoque debería ser encontrar un equilibrio que proteja los ingresos fiscales sin sacrificar los beneficios que el comercio electrónico global ofrece a los consumidores… pero el gobierno de México.