Reseña: The Last of Us Part II Remastered

The Last of Us Parte 2 Remastered para PlayStation 5 emerge como un hito en la evolución de los videojuegos, una obra maestra que trasciende las expectativas convencionales y redefine lo que es posible en este medio. Naughty Dog, conocido por su habilidad para fusionar narrativa y jugabilidad de manera magistral, nos sumerge nuevamente en el mundo desolado de Ellie y Abby con una versión mejorada que no solo busca pulir los aspectos técnicos, sino que también añade capas de profundidad a la ya impactante historia.

Desde su lanzamiento original en 2020, The Last of Us Parte 2 se destacó como una superproducción valiente y arriesgada en el mundo de los videojuegos. Este título no se doblega a las expectativas de los jugadores, priorizando la visión del estudio para ofrecer una experiencia única y transgresora. La narrativa, con decisiones poco convencionales, deja una huella imborrable, haciendo de esta secuela una obra que puede no ser del gusto de todos, pero que indudablemente no deja indiferente. ¿Valdrá la pena esta nueva versión que para algunos jugadores se trata de una burla del estudio Naughty Dog?

Historia

La trama de The Last of Us Parte 2 Remastered sigue siendo el punto fuerte del juego. Naughty Dog nos invita nuevamente a sumergirnos en el viaje desgarrador de Ellie y Abby a través de las ruinas de Seattle. La narrativa no se conforma con la simplicidad; más bien, se sumerge en la complejidad emocional de sus personajes. Ellie, en su búsqueda de venganza, y Abby, con sus luchas internas, se presentan como figuras multidimensionales que evolucionan a lo largo de la historia. La remasterización mantiene y refina la intensidad emocional del juego original, asegurando que los jugadores se sumerjan completamente en este mundo devastado.

La audacia narrativa de Naughty Dog se manifiesta en decisiones valientes y giros inesperados que desafían las convenciones del medio. Si bien algunas de estas elecciones pueden no ser del gusto de todos, es innegable que contribuyen a la singularidad de la historia. The Last of Us Parte 2 Remastered sigue siendo una obra maestra narrativa que no solo entretiene sino que también provoca reflexiones profundas sobre la moralidad y la naturaleza humana.

Jugabilidad:

La esencia de The Last of Us Parte 2 Remastered radica en su jugabilidad, que ha sido finamente pulida y mejorada, llevando la experiencia a nuevas alturas de excelencia. Desde el primer momento, queda claro que Naughty Dog ha perfeccionado la fórmula que hizo que la entrega original fuera tan memorable. Esta secuela continúa siendo una aventura de acción y sigilo de corte lineal, pero cada elemento ha sido meticulosamente afinado para ofrecer una experiencia más inmersiva y gratificante.

Manejo de Armas y Combate:

El manejo de las armas  es un logro técnico y táctico. Cada disparo, cada recarga, se siente tangible gracias a la retroalimentación háptica del DualSense. Los gatillos adaptativos agregan una resistencia realista al apuntar y disparar, sumergiendo al jugador en la tensión del combate. Esta atención al detalle no solo mejora la jugabilidad, sino que también añade capas emocionales a cada enfrentamiento.

El combate cuerpo a cuerpo ha experimentado mejoras notables. Cada golpe y contraataque se siente visceral y satisfactorio, con animaciones fluidas que dan vida a la brutalidad del mundo postapocalíptico. La IA enemiga ha sido mejorada, mostrando tácticas avanzadas y la capacidad de organizarse para cazar al jugador. Este enfoque estratégico agrega una dimensión táctica, obligando a los jugadores a planificar sus movimientos con astucia y adaptarse a situaciones cambiantes.

Sigilo y decisiones estratégicas:

El sigilo, una parte integral de la experiencia, se ha expandido con nuevas opciones y complejidades. La variedad de herramientas disponibles para el jugador permite enfoques creativos y estratégicos en cada encuentro. La toma de decisiones en tiempo real se vuelve crucial, ya que evaluar el entorno y elegir entre enfrentamientos directos o rutas furtivas afecta directamente el resultado de la partida.

Los escenarios ahora son más verticales y ofrecen posibilidades tácticas adicionales. La exploración se ha vuelto más enriquecedora, con opciones más amplias y decisiones que afectan tanto al combate como a la narrativa. Estos elementos colaboran para crear una experiencia jugable que no solo es emocionante y desafiante, sino que también invita a la experimentación y a múltiples estilos de juego.

Duración y ritmo:

Aunque la duración del juego se ha extendido, rondando las 20 a 25 horas, Naughty Dog ha equilibrado cuidadosamente el ritmo de la narrativa y la jugabilidad. El alargamiento no resulta en una experiencia diluida, sino que ofrece un viaje más expansivo y detallado a través de este mundo devastado. Sin embargo, es importante señalar que la extensión puede derivar en un ritmo más irregular, con ciertos tramos que podrían fatigar a algunos jugadores. A pesar de esto, cuando la trama acelera, los momentos de intensidad se vuelven aún más impactantes.

Además de mantener los elementos que hicieron destacar al juego original, la remasterización incluye todos los añadidos y actualizaciones gratuitas que se introdujeron posteriormente. La dificultad Realista y la opción de muerte permanente están presentes, proporcionando desafíos adicionales para aquellos que buscan poner a prueba sus habilidades. Estos elementos se integran de manera orgánica, enriqueciendo la experiencia sin sentirse forzados.

Modo Sin Retorno:

Uno de los puntos culminantes de la jugabilidad es, sin duda, el modo “Sin Retorno”. Este modo rogue, estructurado en encuentros generados aleatoriamente, presenta una experiencia extensa y tensa que desafía a los jugadores durante horas. La incorporación de múltiples personajes jugables con habilidades únicas agrega una capa estratégica, permitiendo a los jugadores adaptarse a diferentes estilos de juego.

Los objetivos variados, los modificadores beneficiosos y perjudiciales, así como los encuentros impredecibles, garantizan que cada partida sea única. La muerte permanente, presente en este modo, agrega un nivel adicional de tensión y desafío. La inclusión de objetivos opcionales y la posibilidad de personalizar encuentros proporcionan una rejugabilidad excepcional, invitando a los jugadores a explorar infinitas combinaciones y estrategias.

Gráficos:

Uno de los apartados más criticados es el apartado gráfico que a simple vista se ve como una mejora ridícula. Si jugaste la segunda parte en PlayStation 4 Pro, no notarás ningún cambio sobresaliente. Apreciarás una mayor nitidez en las texturas, una distancia de dibujado que ha sido extendida, pero repito; nada que te sorprenda. No se trata de un gran avance notable como del primer juego en su versión remasterizada a la segunda entrega donde podías ver un gran avance gráfico.

Desde una perspectiva personal. Resulta lamentable observar cómo un estudio de la talla de Naughty Dog; reconocido por sus narrativas excepcionales y avances técnicos innovadores en sus juegos, ha caído en la senda de remakes y remasterizaciones innecesarias en esta franquicia, lo cual ha tenido un impacto negativo. Esta transformación ha llevado a una franquicia que una vez fue considerada excepcional a convertirse en objeto de burla dentro de la industria de los videojuegos. Los méritos y logros que en su momento le valieron numerosos premios ahora se ven empañados por decisiones cuestionables que llevaron al juego hasta sus límites, generando críticas tanto de otros estudios como de los propios jugadores. Si me lo preguntan, para mi es una estafa.

Nuevos modos gráficos:

La remasterización introduce dos nuevos modos gráficos: Fidelidad y Rendimiento. Fidelidad permite jugar a 4K, ofreciendo una imagen nítida y detallada que resalta la calidad visual del juego. Aunque esta opción limita la tasa de imágenes por segundo a 30, la experiencia visual es buena. Por otro lado, el modo Rendimiento mantiene una resolución de 1440p reescalados a 4K, pero impulsa la tasa de imágenes por segundo a 60. Estas opciones dan a los jugadores la libertad de personalizar su experiencia visual según sus preferencias, equilibrando la calidad y el rendimiento.

Compatibilidad con VRR:

Una adición notable es la compatibilidad con Variable Refresh Rate (VRR), que permite desbloquear la tasa de imágenes por segundo en ambos modos gráficos. Esta característica, especialmente apreciada por los propietarios de televisores compatibles, brinda una experiencia aún más fluida y adaptativa, asegurando que la calidad visual no se vea comprometida al buscar un rendimiento superior.

Sonido:

El apartado sonoro de The Last of Us Parte 2 Remastered nuevamente refleja una sinfonía meticulosamente compuesta que intensifica la experiencia del juego. Naughty Dog ha demostrado, una vez más, su capacidad para fusionar la música, los efectos sonoros y el diseño de sonido en una amalgama que sumerge al jugador en un mundo postapocalíptico lleno de emoción y tensión.

Música envolvente:

La partitura musical, compuesta por Gustavo Santaolalla, sigue siendo un componente clave que eleva la narrativa emocional del juego. Las notas melancólicas y conmovedoras refuerzan los momentos íntimos, mientras que las piezas más intensas y frenéticas acompañan a la perfección los momentos de acción. La música se convierte en una narradora silenciosa que guía las emociones del jugador a lo largo de la trama, creando una conexión emocional única.

El diseño de sonido sigue siendo una obra maestra en sí misma. Desde el crujir de la hierba bajo los pies hasta el aullido distante de los infectados, cada sonido se ha afinado para crear un entorno inmersivo y realista. La atención a los detalles en los efectos sonoros agrega capas de autenticidad, transportando al jugador directamente al mundo desolado y peligroso que habita Ellie.

Los elementos ambientales, como la lluvia que golpea los edificios o el susurro del viento entre las ruinas, contribuyen a la atmósfera general del juego. Estos detalles sutiles no solo sirven como un acompañamiento sonoro, sino que también se convierten en indicadores sensoriales cruciales para la inminencia de amenazas o cambios en el entorno.

Integración con el Dual Sense:

Una de las adiciones notables en esta remasterización es la integración con el DualSense de la PlayStation 5. La retroalimentación háptica y los gatillos adaptativos se utilizan de manera magistral para amplificar la experiencia sonora. Cada disparo, cada impacto, se siente tangible a través de estas funciones, añadiendo una capa táctil a la experiencia auditiva y sumergiendo aún más al jugador en la acción.

Conclusión

The Last of Us Parte 2 Remastered es un juego que no era necesario. Sin embargo; la introducción de nuevos añadidos no solo mejora la jugabilidad, también permite a los jugadores explorar aspectos inexplorados de la narrativa y el proceso creativo. Por otro lado, los refinamientos gráficos son -para  mí- mínimos y una de las mayores burlas en la industria. Si hubiera tenido un aumento en los polígonos de los personajes, mejoras en las texturas que lucieran con mayor realismo. O al menos nos dieran una idea de cómo pudiera lucir The Last of Us Part 3; no sé, alguna revolución gráfica, otra historia sería.

Este juego solo se lo recomendaría a alguien que por alguna razón no ha jugado la versión normal del PlayStation 4. Por otro lado, si bien los nuevos añadidos como el Modo Sin Retorno puede ser divertido y un verdadero reto, tampoco es que te pierdas de mucho. Al final, con los rumores de un posible lanzamiento de un PlayStation 5 Pro, este juego solo me hace temer la llegada de un The Last of Us Parte 1 y Parte 2 Remake para dicha plataforma. ¿Se imaginan? Un descaro total.

Ojalá Naughty Dog comprenda el daño que le está haciendo a esta franquicia, tanto que al menos de mi parte no ansío una tercera entrega. Solo me emocionaría si llaman a Amy Henning para ofrecernos una verdadera y emocionante historia que solo ella podría crear. Es triste como uno de los estudios que emocionaban a millones de jugadores cada que aparecía su logo en pantalla, ahora sea uno más del montón. He ahí la importancia de establecer un tope gráfico para que este tipo de cosas dejen de suceder o aprendan a hacer remasters de calidad como lo hizo Nintendo con Metroid Prime.