Reseña: Saints Row IV: Re-Elected
Saints Row IV: Re-Elected, o cómo detener una invasión alienígena si fueras el presidente de Estados Unidos y tuvieras superpoderes
Por “x” o “y” razón, es casi inevitable que algunas series de videojuegos se nos escapen de las manos. Falta de dinero, tiempo, o bien, no tener la consola donde está disponible. Una combinación de estos tres factores es lo que me había llevado a no jugar ningún título de esta franquicia.
Dicho lo anterior, cuando se me presentó la oportunidad de probar Saints Row IV: Re-Elected, y a sabiendas de todo lo que trae a la mesa (acción, humor, etcétera), no lo dude ni un instante. ¿Qué tal está? Veamos.
Salvando al planeta al estilo presidencial
Tras lo vivido en Saints Row: The Third, el líder de la pandilla de The Saints -osea, tú personaje-, es elegido presidente de los Estados Unidos. Y no era para menos, pues previamente impediste que un misil nuclear colisionará en Washington, D.C., ganándote así el amor de los habitantes de la nación de las barras y las estrellas.
Con el actor Keith David como tu vicepresidente, habrá quienes podrían pensar que todo sería más fácil. Sin embargo, pronto descubrimos que no es así, pues nuestra primera misión implica montar un misil nuclear en la estratosfera mientras “I Don’t wanna Miss a Thing” de Aerosmith suena de fondo.
Créeme, vale la pena jugarlo, y verlo:
Tras esta misión, el siguiente reto viene en forma de una conferencia de prensa. Sin embargo, todo se complica antes de comenzar a dar tu discurso, ya que el planeta es amenazada por una invasión extraterrestre comandada por el terrible Zinyak.
Acción y humor sin complicaciones
Quienes ya han jugado alguna entrega previa de la serie, bien saben de lo que se trata: acción al por mayor y un humor un tanto peculiar, o mejor dicho, políticamente incorrecto.
Aunque en sus inicios fue inevitable la comparación con Grand Theft Auto, rápidamente supo distanciarse de la franquicia de Rockstar Games. Y lo hizo precisamente gracias a su comicidad “impropia” y su absurda historia. Ahí radica su identidad.
A cada momento suceden cosas que en la vida real simplemente no tendrían ningún sentido. Queda claro que es un videojuego, y no tiene reparo en dejárnoslo saber en reiteradas ocasiones.
Lamentablemente, cuestiones como su control y su apartado gráfico no han pasado la prueba de los años. Si se hubiera tenido el cuidado de pulir, o mejor dicho, de actualizar al menos uno de estos dos elementos, tendríamos un mucho mejor juego.
Dolencias que no se pueden ignorar
La falta de trabajo de reedición podría pasarse por alto hasta cierto punto, más no así las varias fallas que tiene el juego en su ejecución, esto visto desde un piunto de vista técnico.
Para comenzar, sufre de caídas de frame rate, sobretodo en las escenas de mayor acción. No lo vuelven injugable ni mucho menos, pero sí son notorias y un poco molestas. Así mismo, es habitual ver aparecer objetos de la nada, el conocido y molesto popping característico de generaciones pasadas y que hoy en día es inadmisible. Mismo caso con los dientes de sierra, que con el juego en movimiento se ven simplemente espantosos.
A pesar de lo descrito, nunca sentí que estuviera “luchando contra el juego” o el motor del mismo. Tiene sus deficiencias ya mencionadas, pero nada que te haga sufrir o lo convierta en un enemigo más.
El juego corre a 30 cuadros por segundos en 1080p, Lo primero no está mal, pero tampoco es lo deseable en las máquinas de hoy en día. Eso en el televisor, porque en portátil vemos reducida la resolución a los 720p, aunque al disminuir el tamaño de la pantalla esto no se hace tan evidente. Quizá, solamente en las cinemáticas. Algo importante aquí, es que es necesario activar en la configuración del juego la resolución dinámica para evitar demasiadas ralentizaciones.
Como dato curioso, durante las poco más de 14 horas que me demoré en terminar la aventura principal, el juego se cerró inesperadamente una vez, y de hecho fue ya pasados los créditos.
Más que una reedición, una nueva opción
Me parece importante dejar bien en claro que Saints Row IV: Re-Elected no es un remake de la cuarta entrega de los Saints. Mas bien, es la posibilidad de experimentar un divertido juego en otra plataforma, como lo es Nintendo Switch.
Para quienes lo jugaron en su momento hace ya unos años, no ofrece absolutamente nada nuevo. Mismo contenido, incluyendo el DLC post-lanzamiento, controles, visuales, sonido, todo igual. Por supuesto, aquí el gran “plus” es sin duda la posibilidad de jugar esta aventura de manera portátil.
A pesar de sus claros defectos, puedo decir sin problemas que pasé varias horas de diversión. Si no te importa que ya se le noten los años ni eres un purista del guionismo y solo quieres tomar el control y pasar un buen rato gracias a su peculiar humor, es una opción recomendable.
Título: Saints Row IV: Re-Elected
Desarrolla: Fishlabs
Publica: Deep Silver
Género: Sandbox, Acción-Aventura
Plataforma: Nintendo Switch
Estreno: 27 de marzo del 2020