Opinión: La piratería, ese viejo enemigo

Un problema en el mundo de los videojuegos que aún no se resuelve

Recientemente se anunció que dos grupos de hackers trabajaban en una liberación del Switch gracias a una vulnerabilidad de la consola, esto, sería el parte aguas para meter software homebrew en la consola, lo cual, permitiría utilizar programas no oficiales dentro de la misma; pero esto no es lo único, ya que esta es la ventana que eventualmente permite a otros a cargar copias no oficiales de juegos de Nintendo, dando paso al mercado de la piratería, una vez más.

En México la piratería es cosa del día a día, no es raro ver en la calle locales en donde se ofrecen películas o programas de computadora de manera ilegal, vendidos a un precio muy reducido de manera abierta aún en presencia de elementos de la ley, por desgracia, esto ya es parte de la cultura general del país. Va desde quien compra una playera con una etiqueta robada o copiada para aparentar que es de cierta marca, pasando por las maestras consiguiendo películas ilegales para proyectar a sus alumnos en alguna actividad, hasta el padre de familia que lleva a “ponerle chip” a la consola de un hijo para que tenga acceso a todos los juegos de ella.

En los videojuegos, esto se remonta hasta la época del NES, donde era muy sencillo conseguir un adaptador para usar cartuchos multi juegos pasando por alto todo el sistema de protección implementado por Nintendo, poniendo en riesgo la integridad de la consola, en ese entonces el pretexto era tener todos los juegos sin tener que pagar más. 

El problema nunca se ha ido

Ahora, gracias a los avances en la tecnología y en la protección de los sistemas operativos de cada consola, se vuelva cada vez más complicado vulnerarla para correr software no oficial, pero esto no evita que el mercado para estas actividades, por lo menos en México, prolifere. Los altos costos de muchos juegos orilla a muchos a buscar una manera de jugarlos de manera gratuita, muchos se escudan  alegando que el tener los títulos de estreno o más recientes, es casi imposible, por lo que muchos toman la salida fácil de la ilegalidad, pero esa lógica sería igual a decir que es justo robar las joyerías de las plazas comerciales sencillamente por que no hay dinero suficiente para adquirir los objetos de forma legal. 

Es peor aún cuando varios recurren a una persona y pagan por un servicio para que “desbloquee” su consola, pues comienzan a crear un mercado que no genera venta alguna a las compañías o casas productoras de juegos, películas o software; el hecho de hacer un intercambio monetario, genera que otros quieran “su pedazo del pastel” y se dediquen también a vender artículos piratas.

Eventualmente las ventas de dicho artículo disminuirán, reduciendo el interés de las compañías en invertir en más y mejores cosas para los compradores de dicha región, ya que no tendría sentido poner el interés en un lugar en donde no están viendo las ventas suficientes. Es gracias a esto que quienes terminan pagando los platos rotos, son todos aquellos que sí pagan por sus productos.

Cómo descubrí que la piratería era un mal

Siendo el mayor de cuatro hermanos, la mayoría de mi vida tuve muy pocas oportunidades para comprar juegos nuevos, por lo que dependía de rentarlos o pedirlos prestados, no fue sino hasta más adelante que mis padres o familiares conseguían juegos piratas y me los daban para poder jugar, por lo que podía seguir jugando sin que gastarán tanto.

Cuando no tenía mucho dinero, aún en la vida adulta, una amistad me consiguió una famosa tarjeta R4 para el Nintendo DS y tenía a mi merced toda la librería del portátil a un aparente click de distancia… pero requería encontrar el sitio que constantemente era bloqueado, el enlace correcto de descarga y que estuviera en el idioma adecuado. A veces, era muy desesperante el proceso, cuando lo que yo quería era jugar al momento. Eventualmente tenía medio catálogo del DS en una tarjeta… y no jugaba nada en realidad, ya que al tener tantas opciones y tanto por jugar, no me definía por empezar ni terminar alguno. Fue poco menos al año de tenerla y utilizarla, que preferí no hacer uso y mejor comprar únicamente los juegos que en verdad me llamasen la atención para disfrutarlos de inicio a fin. 

Poco a poco fue cambiando mi percepción sobre la piratería, iniciando como una opción viable y útil en algunos momentos, a lo que pienso y sé hoy en día: una práctica ilegal que daña más de lo que ayuda a ciertas industrias. Y es peor, cuando se intercambia dinero por bienes no oficiales, pues promueve la creencia de que México necesita de la piratería, volviendo uso y costumbre del país, sin hacer consciencia de que es una práctica totalmente perjudicial y que lastima a largo plazo la confianza de las empresas en la región.

Es increíble que en la actualidad haya gente que defienda a capa y espada este mercado, casi siempre justificando que la piratería ayuda a que se vendan más consolas, siendo que muchas veces prefieren comprar una consola de segunda mano ya con hacks habilitados, por lo que la compañía no obtiene ni una sola venta nueva, y solo se llenan más las arcas de estos piratas.

¿Es justificación los altos costos de consolas y juegos para recurrir a la piratería?

Aunque muchos piensen que sí, la realidad es que no; todo producto tiene un costo fijo y depende de cada quien hacerse de los recursos para adquirirlos de manera legal, de lo contrario, está hiriendo a la industria al permear la ilegalidad de dichas acciones y dejar que se creen muchas más industrias dedicadas al mercado negro y gris, que, a la larga, podrían hacer que los precios en lugar de disminuir, crezcan, iniciando un ciclo sin fin de “lo pirateo porque no lo puedo pagar”.

En la actualidad hay muchas más opciones, por ejemplo es más conveniente comprar con un solo click un juego de cualquier plataforma digital, sin tener que salir de casa o buscar por una enorme lista de comandos para ingresarlo, o llevar la consola con “el don que le pone chip”. Es gracias a esto que los servicios de streaming se han vuelto populares: es mucho más cómodo acceder a mi contenido con un solo click, que seguir una serie interminable de pasos para poder acceder a él.

Finalmente el mercado de la piratería funciona por que es algo muy arraigado en las prácticas de compra, pero vamos siendo claros, es un delito que afecta a toda una industria, si podemos interiorizar que el acto que realizamos nos perjudica a todos, quizá podríamos frenar este tipo de consumo, además tres breves consejos, no es necesario tener todos los juegos del universo, no tienes obligación de tener el estreno del mes en cuanto sale y si algo te parece muy caro, no lo compres, es tu mejor arma para demostrar que no estás de acuerdo con un costo.