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Un beat ’em up desafiante que pondrá a prueba tu paciencia, pero que se siente muy placentero una vez dominado.

Después de un inicio de 2022 sin tantos grandes lanzamientos como en otros años, la industria poco a poco comienza a recibir sus primeros estrenos, siendo Sifu uno de estos que, sin tanto renombre, se posiciona ya como de lo mejor que habrá en el año.

Anunciado en el 2020 durante un State of Play de PlayStation, he de confesar que Sifu en aquel momento no despertó en mi mucho interés. Con algunas imágenes promocionales y videos, el juego iba a llegar hacia finales del 2021; sin embargo, al igual que muchos otros desarrollos que tuvieron complicaciones para terminar sus juegos por el trabajo desde casa tuvo que mover su debut para finalmente llegar a principios de este 2022.

En un mes donde Horizon Forbidden West o Elden Ring se llevan los reflectores, Sifu es un juego al que se le debe de dar la oportunidad, en una creación que vuelve a demostrar que los estudios pequeños pueden hacer cosas de un gran nivel por todo el corazón que ponen en el desarrollo.

Siendo apenas el segundo título del estudio Sloclap, este nos pone en frente un beat ’em up en 3D que recordará muy bien aquellas clásicas cintas de kung fu.

La trama de Sifu no es nada del otro mundo, llegando a ser inclusive un tanto cliché controlando a un personaje (hombre o mujer a elección propia) que deberá vengar la muerte de su padre, quien murió a mano de quienes serán los villanos de la aventura.

Así, tras ocho años de entrenamiento nos embarcaremos en una travesía en donde la venganza será el principal motor para pasar cada uno de los niveles.

A nivel de historia hay poca profundidad aquí. No esperes una gran trama que te tenga pegado a la orilla del asiento, pero si adecuada para que esta sirva como buen hilo conductor para darle una justificación al recorrido en cada uno de los lugares visitados.

Con un giro en el camino que llega a sorprender un poco, es muy importante señalar que para entender la historia al máximo hay que poner mucha atención a nuestro entorno y nuestras acciones. Si bien puedes solo eliminar enemigos y avanzar, te recomiendo ampliamente explorar las locaciones para encontrar ítems secretos que se añadirán a tu tablero y le dará mucho complemento a toda la historia que hay detrás.

Como ya mencioné, el objetivo principal será darle caza a los 5 guerreros que mataron al padre del protagonista, con cada jefe instalado en su propia zona. De esta manera, como todo buen beat ’em up, tendremos que ir avanzando en cada espacio derrotando a una gran cantidad de variados enemigos, hasta llegar al combate final con el jefe.

Cada zona tiene su propio encanto sintiéndose tan única yendo desde una zona de departamentos abandonada, pasando por un club nocturno, hasta un museo, con los enemigos igualmente viéndose de acorde al espacio. Es de destacar como cada nueva zona le da un toque distintivo, siempre de la mano con la personalidad del jefe para tener así, por ejemplo, enfrentamientos en una selva, la nieve o en medio de un incendio.

Para acabar con los enemigos normales, otros con más poder y claro está los jefes, tendremos una serie de movimientos que parten de unos básicos golpe débil y fuerte, más acción de correr, tomar objetivos y el vital movimiento de bloquear/esquivar.

Partiendo por los golpes, acá los combos serán muy importantes para salir adelante en combate. Intercalando ambos botones de golpe como en cualquier beat ’em up a la larga no te resultará, por lo que recomiendo desde un inicio darles una vista a los combos disponibles y tratar de practicarlos, teniendo desde patadas para tirar enemigos, empujones, barridas y otros.

Habrá combos sencillos al comenzar, pero estos pueden crecer al irse desbloqueando en el árbol de habilidades, teniendo una interesante selección que tienen si o si que ir comprando, pues algunos de estos ayudarán muchísimo en niveles más adelante, algo que aprendí después de frustrarme durante varias horas con el jefe del nivel 3 y cuya forma de matarlo de una “sencilla manera” estaba en una habilidad que había que comprar.

Cada golpe en Sifu se siente extraordinario. Puedes sentir en el mando la fuerza de cada golpe y al dominar los combos será como si estuvieras frente a una película de Bruce Lee, con un extra de que cuando los enemigos están por caer se activará una especie de ejecución en la que harás un combo automático devastador para aniquilar al contrario.

Junto a los golpes tendrás a disposición toda serie de objetos desde botellas, bates, tuberías y hasta tablones de manera que se desprenden al romper una pared. Estos objetos servirán mucho en enemigos fuertes, aunque igualmente debes de tener mucho cuidado ya que los rivales estarán también armados y vaya que te harán daño.

Dominar los ataques será importante, aunque no tanto así como esquivar y bloquear.

Cuando tuve mis primeras horas en Sifu vislumbraba algo estilo Final Fight o Street of Rage en 3D con escenarios que limpiaría en un dos por tres mientras iba avanzando sin mayor problema, una visión que me duró solo unos cuantos minutos ya que rápidamente el juego me demostró que las cosas serían más que ir matando a todos sin llegar a sufrir.

La dificultad en Sifu no es algo para tomar a la ligera, desde el primer nivel el título deja en claro que será una experiencia larga, por ratos frustrante y sobre todo de mucha paciencia para ir entendiendo como funciona todo el sistema de combate.

Esquivar y bloquear se realiza con el mismo botón (L1 en PlayStation), teniendo que ser muy, pero muy exactos sobre cuando se oprime el botón para bloquear, en caso de que el bloqueo no sea en tiempo un golpe te bajará la mitad de vida o hasta te mata. Además del bloqueo, usar el mismo botón y al stick de movimiento hacia un lado hará que esquives, con estos dos conceptos los que más debes aprender a dominar si no quieres pasarla mal.

En ese sentido la dificultad y lo preciso que tiene que ser cada movimiento es demasiado alto y puede llegar a sentirse muy injusto y demasiado frustrante. Habrá ocasiones en la que estés rodeado y será un dolor de cabeza estarte fijando quien es el enemigo que te está por pegar y ni que decir de los jefes, estos son duros hasta más no poder y si no dominas bien los combos y los bloqueos, estarás muriendo constantemente con estos.

Con una dificultad tan alta la muerte será algo que sucederá muy a menudo, abordándola este juego de una manera un tanto peculiar. Aquí, el morir no significa el final, ya que gracias a un talismán revivirás en el instante en el que moriste. Eso sí, con una pequeña contra y es que tu personaje se irá haciendo cada vez más viejo.

Iniciando el juego con 20 años, morir la primera vez le agregará un año de vida al personaje, años que se irán acumulando hasta que de una sola muerte se te sumen 7 años. Tendrás oportunidad de ir bajando el contador de años que se sumen a la siguiente muerte derrotando a enemigos especiales que van apareciendo en los niveles. Una vez que el medallón se acabé, morirás definitivamente y deberás reiniciar con la edad con la que terminaste el pasado nivel.

Con cada muerte llegan un par de repercusiones, una buena y una mala. Entre más viejo estés tendrás una barra de salud disminuida corriendo el riesgo de que hasta los enemigos más débiles de una patada te maten, lo que hará que el juego sea mucho más difícil de lo que ya es. Eso sí, como cosa buena es que tu personaje hará mucho más daño.

Este sistema de edad me llamó mucho la atención, ya que más allá de cambios físicos visibles como arrugas o cabello canoso, ser más viejo hará que ciertas habilidades del árbol de habilidades ya no estén disponibles para abrir, lo que hará que juegues con mucha táctica para evitar morir y poder desbloquear todo antes de que ya no se pueda.

En estas habilidades vale la pena señalar que existen dos desbloqueos; uno que aplica solamente a esa partida y que al terminarse la edad se pierden esas habilidades, y la que yo recomiendo que es el desbloqueo permanente. En un principio puede verse muy costoso, pero tener las habilidades desbloqueadas permanentemente lo valen y mucho.

Junto a las habilidades existirán por los escenarios unos tótems, en los cuales podrás gastar puntos para subir tu resistencia, durabilidad y daño de las armas o la cantidad de energía que regeneras con cada rival eliminado. Al igual que el árbol de habilidades, algunas mejoras tendrán limite de edad, por lo que si no las mejoraste en edad, no podrás hacerlo más adelante.

Toda esta combinación de la dificultad de enemigos, el sistema de muerte y el desbloqueo de habilidades hará que tengas que jugar a Sifu muy estratégico. Por ejemplo, yo en mi primera partida llegué de 26 años al segundo nivel, y para el tercero ya estaba en los 50, por lo que en este último la pasé realmente mal, teniendo que volver al primer nivel y jugar más estratégico, cuidándome mucho más y no ir a lo loco a matar enemigos para así terminar el primer nivel nuevamente, pero ahora con 21 años solamente.

Además de para tener mejor edad o la mayor cantidad de habilidades desbloqueadas, repetir niveles será importante para tener un mejor entendimiento de la historia ya que habrá ciertos cofres o puertas bloqueadas en un inicio, con las respectivas llaves encontrándose en otras zonas, teniendo así que volver para abrir esos lugares cerrados.

La rejugabilidad de las primeras zonas será algo que se tiene que hacer si o si para poder juntar la mayor cantidad de habilidades posible y llegar a las fases finales bien preparado o de lo contrario tocará ser un maestro en el sistema de combate.

Pasando al apartado visual, Sifu es un deleite para los ojos. Desde el comienzo quedé enamorado del estilo cel shading utilizado, una gran elección para los gráficos ya que esté se presta muy bien para todos esos movimientos rápidos de todos los personajes.

A nivel de los escenarios, como ya dije anteriormente, cada uno tiene una temática muy especifica y visualmente el trabajo está excelente como en el club que los juegos de luces neón junto a la música hacen de los combates un complemento perfecto.

En modelado de personajes cada uno se siente autentico desde los enemigos comunes, otros más grandes que inmediatamente me recordaron a las representaciones de Kingpin en caricaturas y por supuesto los jefes, todos excelentes visualmente.

De la mano de lo visual viene el apartado sonoro. Otro gran punto para Sifu.

Apenas inicias el juego y tienes esta música tradicional china con tambores, para posteriormente ir a sonidos industriales en la ciudad y todo un festival de música electrónica en el club. Cada elección queda estupenda y complementan muy bien lo visual.

Junto a la música los efectos de sonido son increíbles. Aquí los golpes están tan bien logrados que es muy placentero estar golpeando a un enemigo que te hizo las cosas complicadas con una tubería y escuchar ese sonido de metal haciendo daño.

El aspecto sonoro podría tener más puntos positivos si a nivel de voces hubieran apostado por el mandarín como idioma, llega a ser un tanto raro ver todo tan oriental estupendamente mostrado, pero con las voces de los personajes en inglés.

Más allá de la dificultad que hizo que hiciera más de un coraje y dejara en ocasiones el juego por unas horas, un tema muy puntual que de verdad es frustrante hasta más no poder son los movimientos de cámara que tiene el juego.

El sistema de cámara está terriblemente ejecutado. En el primer nivel pensé que tal vez era un error aislado de ese nivel, pero conforme fui avanzando me di cuenta que es algo que está ahí y que se convierte en otro rival en el cual luchar.

Así, te encontrarás en medio de una dura pelea contra dos o tres tipos que entre golpe y golpe terminan cerca de una pared, con el ángulo perdiéndose detrás de ti para simplemente perder de vista a los enemigos y, por consecuencia, no saber quién te pegará lo que hizo que muchas de mis muertes fueran por este error en los ángulos.

CONCLUSIÓN

Sifu es sin lugar a dudas una de esas joyas que podrían no hacer tanto ruido, pero que valen muchísimo la pena jugar al menos una vez.

Sin una narrativa tan espectacular, el juego tiene un sistema de combate es muy satisfactorio una vez que lo dominas. Hacer esos combos de patadas voladoras o las ejecuciones nunca dejaron a aburrirme haciéndome sentir muy poderoso cuando realizaba un movimiento vistoso.

La dificultad es un tema que dependerá de cada quien. En lo personal siento que si bien es difícil, una vez que dominas los bloqueos y esquives, y de paso conoces los patrones de movimiento de los enemigos, todo se puede hacer más sencillo. Eso si, tendrás que dedicarle bastantes horas a eso.

El tema de la muerte y la suma de años me agrada, le da un toque diferente al género de los beat ’em up al hacer todo un poco más estratégico y la da una rejugabilidad interesante ya que siempre querrás repetir los niveles para llegar a niveles más altos con menor edad.

Visualmente y en cuanto a sonido, Sifu es una locura. Sin gráficos hiperrealistas, SloClap lo hizo excelente en cuanto a animaciones y modelado de personajes, mientras que las ambientaciones se sienten tan únicas que siempre será un deleite regresar a ellas.

La música y los efectos de sonido, por su parte, hacen una gran combinación tanto en la exploración como al momento de repartir golpes.

Ojalá que el tema de la cámara sea mejorado pronto con alguna actualización ya que este elemento si llega a influir mucho a veces en las muertes.

Sifu está ya disponible en PlayStation 4, PlayStation 5 y PC.

Título: Sifu

Desarrolla: SloClap

Publica: Sloclap, Microids

Género: Beat ‘em up

Plataforma: PlayStation 4, PlayStation 5 y PC

Estreno: 8 de febrero de 2022