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Juega, aprende, muere, y repite. Bienvenido al mundo de Returnal

Muy de vez en cuando, pero en serio, muy de vez en cuando, las compañías grandes de videojuegos apuestan por fórmulas arriesgadas que se salgan de lo convencional.

Justo ese es el caso de PlayStation con Returnal, un título desarrollado por el estudio Housemarque, que desde sus primeros adelantos lucía como una alternativa bastante prometedora, la cual solo es posible disfrutar en PlayStation 5.

¿Es lo que todos esperaban? Veamos.

Una ópera de terror espacial

Es común escuchar en esta y otras industrias, que “el hilo negro ya está inventado”. Y es verdad. Por eso, cuando realmente se quiere sorprender, en el caso de los videojuegos, lo que se debe hacer, es tratar de acomodar ese hilo de una manera que sea lo suficientemente distinta como para ofecer una experiencia que se sienta fresca, pero a la vez familiar. Desde luego, algo mucho más sencillo de decir, que de hacer.

En el caso de Returnal, y hablando de manera muy en general, diría que principalmente la sensación que provoca, es la de una especie de mezcla entre series como Metroid, Nier Automata, y Alien, sobre todo hablando de la ambientación.

Eso sí, estamos ante un roguelike con todas las de la ley, es decir, un juego en el que los “cuartos” son generados de manera procedimental, ofreciéndonos un camino diferente cada vez que jugamos. Dicho de otra manera, mismos escenarios, diferente orden para pasarlos. 

Una característica súper importante de Returnal, tanto desde la parte del gameplay como de la narrativa, es que todo se basa en su sistema de repetición. Cada vez que morimos, y vaya que sí lo hacemos muchas veces, volvemos al comienzo, con poco más que nuestra arma base y alguno que otro elemento que hayamos desbloqueado en nuestra aventura. De ahí el nombre del juego, que en español sería algo así como “Retornar”.

Y aquí viene un punto en el que los desarrolladores podrían haber fallado misrablemente y darle en toda la progenitora a su trabajo, pero que por fortuna no lo hiceron: la dificultad artificial. Siendo autocrítico, prácticamente cada muerte que tuve se debió a mi habilidad -poca o no, es debatible- con el control, y muy rara vez por que el juego estuviera siendo injusto conmigo. Sí, es un título difícil, pero nada que con práctica, paciencia, y aprendizaje de nuestros errores, no podamos conquistar.

Antes de seguir, quiero enfatizar en el hecho del aprendizaje. Por más que nos desesperemos por morimos una y otra vez, es esencial que saquemos el máximo provecho a cada “vuelta a la vida”. Rutas escondidas, nuevas armas, y explorar, explorar mucho, porque siempre esta la posibilidad de que algo se nos haya pasado. Y un consejo que nadie me pidió: escoge tus batallas. No tienes que matar a todos los alienígenas, y en ocasiones, lo más inteligente sería simplemente ignorarlos y correr como si no hubeira mañana. 

Siguiendo, con el tema de la repetición, es un elemento que va enteramente de la mano con la narrativa de ciencia ficción que se nos presenta, con una astronauta de nombre Selene, quien por razones desconocidas ha aterrrizado de manera accidentada en un planeta llamado Astropos. Con la nave imposibilitada de volver a volar, Selene comienza a explorar un poco, y no tardará mucho en descubrir que se trata de un lugar repleto de alienígenas nada amistosos.

Nuestra primera misión es encontrar el origen de una señal de radio, la cual tiene una extraña conexión entre Selene y su pasado. Eventualmente, mientras realizamos nuestra búsqueda, acabaremos siendo derrotados por alguna criatura, y volveremos a nuestra nave. Sin embargo, cada vez que avanzamos, vamos descubriendo diferentes caminos, pistas y demás de lo que realmente esconde este planeta, y cómo es que todo se conecta de manera realmente alucinante con nuestra amiga. 

Hablar de la trama en una reseña siempre es algo que me causa conflicto, porque no quiero revelar demasiado como para arruinarle a nadie la experiencia. Pensando en ello, solo les diré que siempre acabarán queriendo saber más de la historia. Esto, sumado al hecho de que cada vez que nos sentimos a punto de llegar a nuestro objetivo, alguna maldita criatura nos mata obligándonos a comenzar otra vez, hace que sea muy difícil dejar de jugar.

Sobreviviendo en un terreno sumamente hostil

Siempre defenderé que, antes de cualquier otra cosa, un juego debe tener una buena jugabilidad, sino, lo demás importa muy poco. Y esto aplica también para los géneros donde nuestro input no es tanto, como en las novelas gráficas o los point and click, donde incluso esas escassa interacciones, deben ser satisfactorias.

Dicho esto, el control de Returnal es muy, pero muy bueno, 100% responsivo. Podemos correr, saltar, ejecutar un dash, y tenemos un arma capaz de hacer diferentes tipos de disparos. Más tarde, ganamos acceso a más armas de fuego, e incluso una especie de sabe de luz y un hookshot, ambos, bastante útiles. Por fortuna, estos últimos los conservamos después de cada muerte.

Centrándonos en las armas de fuego, aunque estas tienen munición infinita, cuentan con el inconveniente de que luego de cierta cantidad de detonaciones, se calientan, y hay que esperar un tiempo para que se enfríen y podamos volver a disparar.  Por supuesto, no nos la iban a poner tan fácil, ¿verdad?

Cada arma cuenta con diferentes tipos de disparos, unos causando más daño que otros, y claro, como te imaginarás, los más poderosos hacen que que la pistola se caliente más rápido, así que será cuestión de estrategia saber en qué situación usar cada uno de ellos.

En cuanto a las criaturas se refiere, cada uno de los seis niveles, llamados “biomas”, presenta una variedad importante de enemigos, por supuesto, unos más fáciles de derrotar que otros, además de los respectivos jefes finales. Aunque todos tienen patrones de ataque fáciles de identificar, el reto está en ser más ágil que ellos tanto en la toma decisiones como con los dedos. Y recuerda: si fallas, irás de regreso al inicio, y eso no es nada bonito.

La nueva frontera

Returnal es, desde muchos puntos de vista, lo que uno podría pedirle a un juego de nueva generación, Visualmente, pienso, se ubica en un lugar entre la pasada y la actual generación de consolas, yéndose hacia uno u otro lado dependiendo de qué tan “exquisito” sea el ojo de cada quien.  

Lo que si es a todas luces de actual generación, es su desempeño. La gan mayoría del tiempo, el juego corre a 60 cuadros por segundo. En general, podría calificarse como “estable”, aunque tiene sus caídas a 55 y hasta 50 fps, lo cual bajo ninguna circunstancia afecta en el juego. Y no, no se vale echarle la culpa a una muerte porque bajo el framerate.

Por supuesto, un factor importante es la magia del DualSense, en específico, la de los gatillos adaptativos, o bueno, la del izquierdo, el del L2, el cual tiene dos niveles de presionado en el juego. El primero, el cual se distingue con una especie de “tope”, nos permite apuntar -haciendo zoom- y realizar disparos básicos, mientras que si pasamos ese “alto” y lo presionamos hasta el fondo, entonces activamos un modo especial, haciendo que nuestra munición sea más poderosa. Experiencia de nueva generación, exclusiva de PlayStation 5.

Continuando con el mando, la otra gran característica que se luce en el juego es la vibración háptica., ya que podemos percibir absolutamente todo lo que está sucediendo alrededor de nuestro personaje; las superficies por las que avanzamos, e incluso las gotas de lluvia cayendo sobre nosotros se “sienten”, ocasionando un mayor nivel de inmersión. Un detalle en particular que me fascinó, es que incluso cuando estamos checando el menú, vemos como las gotas caen en la pantalla y eso se traduce a leves vibraciones en el control. Pequeños grandes detalles.

Auditivamente también estamos ante una delicia. No esperes melodías inolvidables, sino más bien, composiciones que acompañan perfectamente cada momento del juego. Desde los encuentros con los enemigos, hasta las situaciones de soledad, en fin, todo. En general, cada disparo, cada sonido que emiten los alienígenas, se escucha realmente espectacular. 

Alejándose de la perfección

Aunque hasta aquí pareciera que todo es perfecto, ese no es el caso, pues aunque en general es una gran experiencia, e incluso hay cuidado en los detalles, aún así hubo uno que otro aspecto que pudo haberse pulido un poco más.

Por ejemplo, ¿recuerdan que mencione lo justo que es el juego con las muertes? Bueno, pues aunque eso es real en la gran mayoría de las ocasiones, hay una situación en particular en la que no lo es: al caer en un abismo. Una vez que regresamos a tierra firme, se nos coloca muy -MUY- cerca de la orilla, por lo que es sumanente fácil volver a caer si no estamos del todo concentrados , e incluso aunque lo estemos.

Otro punto que considero negativo, es la falta de puntos de guardado. Comprendo perfectamente que, como comenté, el hecho de estar regresando al inicio del juego cada vez que morimos es fundamental para la jugabilidad y la trama, pero sí le caería bastante bien tener uno que otro punto para salvar, aunque fueran muy escasos. Regresar cada vez al comienzo irremediablemente, puede llegar a frustrar demasiado, dando como resultado que algunos decidan abandonar el juego.

Conclusión

Si tienes PlayStation 5 y quieres disfrutar de un auténtico juego de nueva generación exclusivo, Returnal en sin duda una opción a considerar muy seriamente, con un promedio de 15 horas de juego. Su ambientación, su jugabilidad, sus visuales y su exquisitamente trabajado apartado sonoro, hacen que sea difiícil no recomendarlo a cualquiera que disfrute de un buen género, sin importar su género.

Eso sí, toma en cuenta que es uno de esos juegos en donde tu tolerancia a la frustración es puesta a prueba permanentemente.

Título: Returnal

Desarrolla: Housemarque

Publica: PlayStation Studios

Género:  Roguelike / Third Person Shooter

Plataforma: PlayStation 5

Estreno: 30 de abril de 2021