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En estos últimos años; la industria de los videojuegos ha experimentado una transformación significativa, impulsada en parte por la creciente demanda de diversidad e inclusión. Sin embargo; no todos ven este cambio de manera positiva. Sweet Baby Inc., una consultora “especializada” en Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), ha sido el centro de una controversia reciente que ha levantado una ola de críticas sobre su impacto en la industria. Este artículo explora las implicaciones de estas consultoras en los videojuegos, examinando si realmente están ayudando a la industria o si, como algunos argumentan, están actuando como un “cáncer” que la está destruyendo.

La historia de Sweet Baby Inc.

Fundada en 2020 por Kim Belair, Sweet Baby Inc. se ha presentado como una “fuerza positiva” en la industria de los videojuegos, ofreciendo servicios de consultoría narrativa y apoyo en diversidad e inclusión. La empresa ha colaborado con varios estudios de alto perfil como Ubisoft, PlayStation o Xbox, ayudando a integrar historias y personajes más diversos y representativos. No obstante, detrás de esta fachada de “buenas intenciones”, algunos en la industria han comenzado a cuestionar las verdaderas motivaciones y el impacto de Sweet Baby Inc.

Hace unos meses todo explotó con Marvel’s Spider-Man 2, juego en donde a diferencia de la primera entrega, notamos mucha “inclusión” hacia la minoría. Ya sea con misiones para NPCs hacía la ideología LGBTT… o con lenguaje inclusivo. Muchos de los usuarios aborrecieron tener que escuchar palabras como “Elles”, “Elle”, “Le”, “doctore” entre otras. Esta molestia no solo se dejó ver a través de las transmisiones con streamers, también en redes sociales donde mostraron su descontento a Insomniac Games y a PlayStation.

Y aunque no lo digan, esto afectó muchísimo las ventas del juego, solo hay que comparar las ventas durante los primeros meses de la primera entrega, a las bajas ventas de la secuela. La avalancha de comentarios negativos sobre la “inclusividad” definitivamente afectó al juego. Tal vez no sea mucha la inclusión, pero los jugadores buscan en los videojuegos un escape a la realidad y el hecho de buscar humanizar a los videojuegos con esta ideología innecesaria, nos arruina la experiencia.

La controversia con Black Myth: Wukong

La polémica más reciente que envuelve a Sweet Baby Inc. surgió en torno al esperado título Black Myth: Wukong, desarrollado por Game Science. Según un post en redes sociales, traducido y compartido por el usuario de X @Pirat_Nation, la desarrolladora china habría sido “extorsionada” por Sweet Baby Inc. por una suma de 7 millones de dólares para hacer más inclusivo su videojuego. Al negarse a pagar, Game Science se habría enfrentado a una campaña de acoso por parte de críticos y periodistas occidentales, una represalia por su rechazo a contratar consultoras DEI como Sweet Baby Inc.

Esta acusación es grave y, de ser cierta, pone en entredicho las prácticas de estas consultoras. La publicación china sugiere que la ola de críticas negativas hacia Black Myth: Wukong en medios occidentales es una consecuencia directa de su negativa a trabajar con Sweet Baby Inc. Esto ha generado un intenso debate sobre el verdadero papel y la ética de estas consultoras en la industria de los videojuegos.

¿Un enfoque necesario o una inclusión forzada?

Kim Belair, CEO de Sweet Baby Inc.

¿La diversidad y la representación en los videojuegos son temas importantes que merecen ser abordados? ¿Por qué no hacer juegos que sean solo para este mercado y dejar a sagas importantes en paz? Lo dije anteriormente en otro artículo, “si las compañías quieren ser inclusivos, pueden hacerlo, pero habiliten una opción de inclusión, porque personalmente no quiero que mis personajes se expresen como retrasados con un lenguaje que ni la RAE acepta”.

Así como piensan en la minoría, quiero que piensen en que a muchos jugadores no nos agrada y quiero una opción que omita eso. Además, la inclusión forzada puede alienar a los jugadores y distorsionar la visión original de los desarrolladores. En el caso de Black Myth: Wukong, un juego basado en la mitología china y la clásica novela Viaje al Oeste, la inclusión de elementos que no encajan con la narrativa original podría parecer artificial y fuera de lugar.

Si los desarrolladores necesitan la aprobación de una agencia al crear una historia, ¿realmente vale la pena ver una historia que está alterada a la visión original? Ahora, quiero que sepan que como mujer gamer, no estoy cerrada. Yo defendí la inclusión de un personaje de color en Assassin’s Creed Shadows. Pero viendo que Baby Inc. también está metiendo sus narices en esta obra, espero no toparme con lenguaje inclusivo o personajes LGBTT que no tienen nada que ver.

Ya lo dijo el medio de Hobby Consolas: Si te molesta el lenguaje inclusivo en Spider-Man 2, los videojuegos no son para ti. Que reverenda mam…a. Justo eso son los videojuegos, un escape a una realidad cínica, alterada y frágil. La mayoría de la gente que se queja sobre falta de inclusión en videojuegos ni siquiera ha tocado un control en su vida.

Impacto en la industria

El impacto de las consultoras DEI como Sweet Baby Inc. en la industria de los videojuegos es un tema polarizante. Mientras que algunos creen que estas consultoras ayudan a crear un espacio más inclusivo y representativo, otros piensan que están imponiendo una agenda que no siempre se alinea con las expectativas de los jugadores ni con la visión de los desarrolladores.

Menor consumo de videojuegos: Uno de los argumentos más fuertes en contra de estas consultoras es que su influencia podría estar disminuyendo el consumo de videojuegos. Los jugadores, especialmente los más acérrimos, podrían sentirse desalentados por lo que perciben como una politización del entretenimiento. Si bien la representación es crucial, muchos creen que debería lograrse de manera orgánica y no forzada.

Costo económico: La acusación de que Game Science fue presionada para pagar 7 millones de dólares resalta otra preocupación: el costo económico de estas consultoras. Los estudios de videojuegos operan con presupuestos ajustados y, a menudo, enfrentan desafíos financieros significativos. Gastar grandes sumas en servicios de consultoría DEI podría desviar recursos de otras áreas cruciales del desarrollo del juego.

Autenticidad de la narrativa: La autenticidad es clave para cualquier narrativa de videojuego. Las intervenciones de las consultoras DEI podrían alterar la visión original de los desarrolladores, resultando en historias y personajes que no resuenen con la audiencia. En el caso de Black Myth: Wukong, un juego profundamente arraigado en la cultura y la mitología china, cualquier cambio forzado podría desnaturalizar la experiencia del jugador.

El debate sobre la ética y la práctica

La ética de las prácticas de consultoría DEI también está bajo escrutinio. Las acusaciones de que Sweet Baby Inc. y otras consultoras ejercen presión para obtener contratos cuestionan su integridad. La amenaza de campañas de acoso y críticas negativas si un estudio se niega a trabajar con ellos es una táctica preocupante que socava la libre elección y la autonomía de los desarrolladores.

¿Se imaginan un mundo donde sea forzoso trabajar con estas “consultorías”? Hoy la industria de los videojuegos está pasando por una de las mayores crisis con PlayStation como con Xbox. Sin duda esta ha sido una de las peores generaciones de videojuegos. Afortunadamente con Nintendo es otra historia, pues ellos presentan sus visiones tal y como las quieren sin necesidad de buscar la aprobación de alguna consultoría que al final solo quiere llenar sus bolsillos. Porque seamos realistas, la minoría no les importa a ellos, ni a las miles de compañías que cambian su imagen con el color del arcoíris. Ellos solo buscan la aprobación de esta gente, persones o como quieran llamarse. Al final, solo es dinero.

Reflexión final

El debate sobre el impacto de las consultoras DEI en la industria de los videojuegos está lejos de resolverse. Si bien la diversidad y la inclusión son objetivos nobles y necesarios en la vida real, no en la de los videojuegos. ¿Buscan ser representados en esta industria? Desarrollen juegos con historias para ellos, pero no busquen entrar en sagas de importancia. Es crucial respetar la visión de los desarrolladores y las expectativas de los jugadores. La controversia en torno a Sweet Baby Inc. y Black Myth: Wukong pone de relieve la necesidad de un enfoque equilibrado y ético.

Pongo de ejemplo a Assassin’s Creed 2 y Brotherhood, en esa época había mucha homosexualidad en esa época donde se sitúa el juego, Leonardo Da Vinci lo era y no hubo la necesidad de dejárnoslo ver, sabíamos que lo era, pero no afecto ni a la historia ni a la jugabilidad. ¿Por qué? Porque no era necesario saberlo. Vean el DLC de The Last of Us: Left Behind, cuando supimos que Ellie era lesbiana, nunca hubo polémica, porque supieron representar bien la visión de los desarrolladores y porque la inclusión se sintió natural, no forzada.

En última instancia, los videojuegos deben seguir siendo una forma de arte y entretenimiento que refleje una amplia gama de experiencias y perspectivas. Sin embargo, esto debe lograrse sin coacción ni imposiciones, permitiendo que la creatividad fluya de manera natural y auténtica. La industria de los videojuegos debe encontrar una manera de abrazar la diversidad en obras creadas para esas personas sin sacrificar la integridad artística y la visión de sus creadores en sagas que amamos.