Reseña: The Callisto Protocol
De la mano del padre de Dead Space, The Callisto Protocol es un juego de terror espacial con una buena propuesta para una IP con mucho potencial a futuro.
El año está en sus últimas semanas, pero antes de que este termine, todavía quedan algunos juegos que buscan destacar. Tal es el caso de The Callisto Protocol, título de survival horror desarrollado por Striking Distance Studios y publicado por Krafton.
Los juegos de survival horror han estado presentes en la industria desde hace un largo tiempo. Si bien los máximos exponentes son Resident Evil, Silent Hill en una variante más psicológica, Alone in the Dark o Sweet Home, en todos estos años existieron juegos que llegaron para refrescar el género como sucedió en el 2008 cuando apareció Dead Space.
Tomando las bases de los survival horror con entornos terroríficos, enemigos complicados y una escasa munición, Dead Space llevaba el género al espacio de la mano de Glen Schofield quien se encargó de crear la franquicia que tuviera un par de secuelas y hoy remake que debutará a principios del próximo año.
A pesar del enorme éxito que representó Dead Space, Schofield se alejó de la IP y en general de los survival horror para desarrollar algunas entregas de Call of Duty, eso hasta que fundó su propio estudio bajo el nombre Striking Distance Studios y, con el apoyo de Krafton, se puso manos a la obra en su primer desarrollo, The Callisto Protocol.
Además de ser el primer juego de su desarrolladora, Schofield regresa al genero del survival horror en un juego que presenta mucho del ADN de Dead Space en aspectos como la ambientación, al tiempo de ofrecer otras novedades en la jugabilidad.
¿The Callisto Protocol cumple con las enormes expectativas que había sobre él o se queda como un intento de copia de Dead Space? Aquí te lo decimos.
La misteriosa prisión Black Iron
The Callisto Protocol nos pone a los mandos de Jacob Lee, interpretado por el actor Josh Duhamel, un transportista de carga que trabaja para la United Jupiter Company. Lee se encarga de realizar diferentes tipos de entregas a lo largo del espacio, ya que la humanidad ha logrado una importante expansión formando colonias en diferentes planetas.
A bordo de la nave UJC Caronte, Lee junto a su socio se ven de cara a la que sería su última entrega antes de retirarse, una entrega que no termina saliendo como esperaban y se ven envueltos en una serie de sucesos que conforman la trama.
Tras chocar en Callisto, una de las lunas de Jupiter, el protagonista es capturado e ingresado a la Black Iron, una prisión controlada por el Capitán Leon Ferris que es el lugar de los criminales más peligrosos del universo.
A partir de este punto, el objetivo será escapar de esta prisión, aunque las cosas no serán tan sencillas ya que en el interior de la prisión comienza a brotar una enfermedad que esta convirtiendo a los presos en seres conocidos como biófagos, haciendo que la población de la prisión se conviertan en nuestros principales enemigos.
Así, Lee deberá intentar escapar en lo que será toda una pesadilla llena de horrores que pondrán al protagonista al máximo de sus capacidades.
Bajo esta narrativa es que se llevará a cabo todo el juego, una narrativa que no muestra mayor complejidad, desde el inicio está claro hacia donde se llevará sin que en el camino existan muchas sorpresas como bien se hubiera agradecido.
Mientras el punto es salir con vida de Black Iron, en el camino iremos descubriendo algunos cuantos secretos de la prisión, esto a través de ciertas cinemáticas, aunque principalmente de archivos en audio que nos iremos encontrando en el camino, audios que terminan por ser contraproducentes en cuanto al ritmo de la historia.
Al encontrar un nuevo audio este deberá ser escuchado dentro del menú, teniendo que hacer una completa pausa hasta que termine, logrando así que se sienta muy pausado respecto al dinamismo que se llega a sentir en varios momentos.
La historia tomará unas 12 a 14 horas finalizarla teniendo sus momentos, aunque llega a pecar de tener muchos clichés propios del género y películas de terror espacial. Pese a que el universo de The Callisto Protocol tiene una base muy interesante, la forma en la que se narra todo se siente torpe y hacia la segunda mitad del juego todo transcurre muy rápido y, cuando las cosas comienzan a ponerse mucho más interesantes, ya están saltando los créditos finales.
Al ir avanzando no pude dejar de pensar en que el juego tiene muy marcadas dos mitades con la primera funcionando bien y a un ritmo adecuado para ir presentando muchos elementos del universo en el que transcurre el título y una segunda parte que parece fue hecha con prisas y hasta recortada para un pronto lanzamiento o que bien se vio afectada por todo el panorama mundial debido al Covid-19.
Aunque la historia de The Callisto Protocol no termina por convencer en su ritmo, como dije anteriormente, tiene unas bases muy llamativas para explotar a futuro con un universo que tiene potencial para dar más en algún otro juego u otra adaptación, no por nada junto al juego se tiene otros productos como un podcast oficial.
Terror en cada esquina
Desde el momento que fue presentado y a lo largo de toda su campaña de promoción, fue inevitable comparar The Callisto Protocol con Dead Space, esto sobre todo en su ambientación con horrores presentándose en un lugar cerrado en el espacio.
Una vez adentrándose en el juego de Striking Distance Studios si que existen muchas influencias de Dead Space, esto más marcado en la ambientación, aunque no se queden solamente en ser una calca de la franquicia de Visceral Games al imprimir un estilo propio que te hace sentir muy incomodo desde los primeros minutos que exploras la prisión.
A lo largo de todo el juego estarás en un ambiente que grita en cada paso que algo no está bien y te ofrece una sensación de peligro constante por lo que te pueda aparecer dadas las huellas en cada lugar de que ahí pasó algo no muy bueno.
Toda esta ambientación le imprime un carácter importante y hace que te pienses más de una vez el ir avanzando por lo que puedas encontrar.
Existen muchas zonas en donde apenas habrá la luz suficiente para ver y, en algunos espacios, simplemente irás a ciegas con el corazón al máximo por las sorpresas que estarán apareciendo en la forma de los antes mencionados biófagos.
Los enemigo principales del juego, los biófagos, iniciarán siendo simples mutaciones de humanos que fueron apresados en Black Iron, pero conforme vaya avanzando en la historia aparecerán unas variaciones más peligrosas y con diseños más elaborados.
Así, te encontrarás con biófagos que pueden hacerse invisibles y otros de gran tamaño que tendrán una enorme resistencia hacia nuestros ataques.
A nivel de “jefes” no esperes mucho en este aspecto al existir sólo un par de amenazas realmente imponentes, sintiéndose en este aspecto algo decepcionante ya que, por como iban evolucionando los enemigos, esperaba encontrar algún ser de gran poder y de diseño de pesadilla, pero no fue así.
Esquivar y contraatacar
The Callisto Protocol se presenta como un juego en tercera persona con una cámara que recuerda mucho a la primera aventura de Issac Clarke. Así como la ambientación, este título tiene muchas influencias en su jugabilidad de Dead Space; sin embargo, igualmente presenta elementos propios que, en conjunto, funcionan adecuadamente.
Al control de Lee te encontrarás con un personaje con una movilidad hasta cierto punto limitada con un caminar tosco y movimientos lentos, haciendo que la exploración por la Black Iron tenga ese grado extra de tensión al saber que no podrás moverte con una gran agilidad, lo que le viene muy bien a todo el tema de supervivencia.
Para salir de la prisión y hacerles frente a todos los enemigos que nos iremos encontrando, el protagonista tendrá un arsenal de armas limitado, pero que cumple.
Y es en el arsenal de armas y todo lo referente al combate que The Callisto Protocol presenta su principal diferenciador con Dead Space, ya que aquí habrá un enfoque más en enfrentamientos cuerpo a cuerpo contra los biófagos.
Si por los adelantos esperabas ir avanzando fácilmente matando sin complicaciones a todo lo que se mueva pronto te darás cuenta que las cosas no son así con los enemigos siendo bastante peligrosos y, sumado a la escasa munición, deberás plantearte muy bien como es que los iras matando, siendo el uso de una especie de macana el arma principal.
Esta macana será a lo largo del juego el mejor aliado que puedes tener y es que el sistema de combate se presenta con una fuerte presencia en saber en qué momento atacar y es que cuando un biófagos esté frente a nosotros y nos ataque podremos esquivar con el stick derecho moviéndonos en dirección contraria al ataque, dejando así expuesto al enemigo para poder hacer una serie de ataques para acabar con la amenaza.
Este sistema de esquives puede resultar algo complicado al inicio y hasta frustrante por la enorme fuerza de los enemigos que pueden acabar con nosotros con a veces un solo golpe; sin embargo, una vez dominados los movimientos de esquivar será todo más sencillo y muy placentero estar esquivando constantemente y contraatacando.
Además de la macana, Jacob Lee cuenta con armas como pistolas, escopetas y un guante gravitatorio. En cuanto a las armas, estas ejercerán mucho daño con la posibilidad de destrozar partes de los biófagos en todo un festival de sangre.
Sin embargo, como buen survival horror, la munición será muy escasa y será vital saber en qué momento vale la pena gastar esa munición o guardarla.
Asimismo, el inventario tiene muy limitados espacios y, sin cosas como los baúles de Resident Evil o algo similar, existirán muchos momentos en los que tengas que pensar muy bien si llevar más munición o una jeringa de curación.
En cuanto al guante gravitatorio esta es una arma bastante útil. La función de esta es simple ya que al usarla atraeremos a los biófagos hacia nosotros y los mantendremos en el aire, para posteriormente elegir hacia donde los arrojaremos.
El uso de este guante se complementa mucho con el entorno existiendo paredes con pinchos o mecanismos que giran, teniendo la posibilidad de arrojar a los enemigos a estos lugares para que mueran al instante.
Igualmente el guante permite sujetar objetos que podremos arrojar como barriles que, al conectar con un enemigo, explotarán y los matarán.
Todas las armas se pueden mejorar en estaciones especializadas teniendo para ello que utilizar créditos que iremos recogiendo. Las mejores harán desde más daño o, como el caso del guante, haciendo que su uso gaste menos energía.
Las mejoras se limitan solamente a las armas ya que el protagonista no tendrá ningún tipo de mejora más allá de las obtenidas al ponerse cierto traje.
Así nos iremos abriendo paso en nuestra búsqueda de salir de la prisión eliminando a los biófagos en escenas que pueden llegar a ser demasiado sangrientas, cumpliéndose así con las promesas del estudio de tener un juego lleno de gore.
Y es que la sangre estará muy presente desde la forma en la que le volamos ciertas partes a los enemigos o en nuestras propias muertes con escenas muy explicitas.
Junto al combate más frontal existe el agregado del sigilo, una mecánica que es extraña dado que al inicio parece ser una forma muy buena para acabar con los enemigos, pero que su integración se siente forzada y no logra encontrar su lugar en el juego.
Aunque al inicio bien podrías pensar que esta forma sigilosa será clave para ir avanzando sin ser detectado, lo cierto es que son muy pocas las veces en las que podremos usar este elemento debido a la forma en la que están desplegados los enemigos.
Otro problema que compete a la jugabilidad son lo lento que es utilizar una inyección de sanación o cambiar de arma. En ambos casos es muy lenta la acción para ejecutar estas dos cosas, haciendo muy complicado, por ejemplo, usar una curación en pleno combate.
Aspectos técnicos
The Callisto Protocol es, en su mayor parte, un juego con un apartado gráfico bastante bueno, algo que ayuda mucho a toda la ambientación terrorífica.
Para ser el primer desarrollo del estudio de Glen Schofield el resultado final es mayormente impresionante con zonas que lucen increíbles con tantos detalles en paredes o pisos que lograr complementar la inmersión.
El lado gráfico resalta igualmente en los personajes que se encuentran muy bien modelados y aunque no llegues a recordar el nombre de los actores, el simple hecho de verlos hará que recuerdes muy bien películas o series en las que han aparecido.
Todo esto, en conjunto, hacen de The Callisto Protocol una experiencia visual muy completa.
En cuanto al rendimiento, en este apartado si que existen ciertos elementos que no logran funcionar y arruinan un poco a toda la experiencia.
Aunque han salido ya parches para mejorar el rendimiento, siguen estando presentes zonas en las que el framerate se cae bruscamente y, como en mi caso, hasta un par de ocasiones en las que el juego terminó por cerrarse de forma abrupta.
Con opciones para priorizar los gráficos o el rendimiento, en este último caso los cuadros por segundo varían mucho y no presentan una estabilidad.
Un aspecto más negativo son la gran cantidad de momentos de carga. Si bien no aparece como tal una pantalla de carga, si hay estas “cargas escondidas” en momentos como cuando Jacob va avanzando en un espacio estrecho, siendo muchas más de las que uno podía esperar.
En este punto no pudo evitar pensar que, al ser un lanzamiento intergeneracional, se tuvieron que hacer ciertos sacrificios como estos muchos espacios de carga que realmente rompen con un ritmo que, de por si, no es el mejor.
Pasando a lo sonoro, The Callisto Protocol presenta un enorme trabajo en todo lo que tiene que ver con el tema del sonido.
Recomendable al cien por ciento su uso con audífonos, cada sonido hace que sientas perfectamente esa incomodidad que daría estar en una prisión abandonada que está hasta el tope de enemigos que buscan acabar con nosotros.
Así en cada paso existirá algún ruido que nos mantenga alerta, algo que se mejora en una gran medida más gracias al audio en 3D de PlayStation 5.
El sonido igualmente ve potenciadas las partes de combate con extraños sonidos de los biófagos que se mezclan con los sonidos industriales del entorno.
Algo que debes tener muy en consideración es que durante el intento de escape de la prisión habrá muchos jump scares con enemigos que nos saltarán y harán mucho ruido al abrir una puerta o simplemente unos que caen del techo.
Asimismo, el sonido de los enemigos a la distancia le da un toque de mayor adrenalina al saber que algo malo está cerca, pero no sabes a qué magnitud.
En cuanto al trabajo de las voces la interpretación de actores como Josh Duhamel o Karen Fukuhara son muy buenos realizando realmente una interpretación y no solamente leyendo un texto.
Conclusión
The Callisto Protocol tiene lo necesario para ser un buen juego, aunque sin llegar a tener el enorme impacto que prometía desde su presentación.
Las expectativas hacia el regreso de Glen Schofield a los survival horror eran enormes y, aunque no se cumplieron como muchos hubieran querido, tampoco estamos ante un mal juego.
Con un poco más de virtudes como su sistema de combate, ambientación, gráficos y un impecable trabajo en lo sonoro, The Callisto Protocol tiene potencial para ser una IP importante si se mejoran ciertos apartados.
En un tiempo en donde la tendencia es hacer remakes e irse a la segura con cosas que funcionan por el simple nombre, es agradable ver estudios apostando por cosas nuevas que, si bien toman muchas inspiraciones de otras propiedades ya establecidas, buscan imprimir su propio sello.
Como un primer juego, The Callisto Protocol sienta una base con mucho potencial para explorar más adelante si es que hay otras entregas.