En Microsoft se comprometen a llevar Call of Duty a Nintendo por los próximos 10 años
Lo último de la saga de disparos en primera persona llegó a Nintendo en el 2013.
En caso de que la compra de Activision-Blizzard por Microsoft se concrete, existe ya un compromiso para la franquicia Call of Duty y Nintendo.
Mientras los organismos reguladores antimonopolio de todo el mundo se mantienen en el análisis de dar luz verde o no a la compra, Microsoft no pierde el tiempo y comienza ya a cerrar algunos acuerdos con compañías como el caso de la Gran N.
Phil Spencer, jefe de Xbox, reveló que Microsoft y Nintendo firmaron un compromiso para que la saga Call of Duty regrese a las consolas de la compañía japonesa.
“Microsoft ha entrado en un compromiso de 10 años para llevar Call of Duty a Nintendo tras la fusión de Microsoft y Activision-Blizzard-King. Microsoft se compromete a ayudar a llevar más juegos a más personas, sin importar cómo elijan jugar”, escribió.
Microsoft has entered into a 10-year commitment to bring Call of Duty to @Nintendo following the merger of Microsoft and Activision Blizzard King. Microsoft is committed to helping bring more games to more people – however they choose to play. @ATVI_AB
— Phil Spencer (@XboxP3) December 7, 2022
En el mensaje de Spencer no se especifico si el acuerdo contempla los juegos de la línea principal o si serán lanzamientos nativos o mediante la nube.
Spencer añadió en declaraciones para The Washington Post que, si la compra logra concretarse, tardaría un tiempo en que la saga Call of Duty llegue a Nintendo, esto debido a que los tiempos de desarrollo para hacerlo posible serían algo tardados.
Este reciente compromiso se suma a constantes declaraciones hechas por el propio Spencer en meses anteriores en el que dejaba en claro que la intención de Microsoft con Call of Duty es llevar la franquicia a la mayor cantidad de plataformas posibles.
La saga Call of Duty ha estado ausente en sistemas de Nintendo desde el 2013 cuando la Nintendo Wii U tuvo el lanzamiento de Call of Duty: Ghost.
Fuente: The Washington Post