El especialista “Prophet” de Call of Duty: Black Ops 4 es el origen del problema.
Las bajas ventas de la franquicia Destiny fueron un factor clave en la separación.
El recorte afectó departamentos como marketing, distribución y el de esports.
La compañía busca una reestructura para centralizar funciones y mejorar las ganancias.
Este es la segunda caída más fuerte en las acciones en los últimos seis meses.
“Estamos conscientes del reto que es publicar un juego, pero Destiny sigue teniendo gran potencial”.