Reseña: Mystery Box: Evolution

Con Mystery Box: Evolution llevarás tu mente al extremo para resolver múltiples y complicados acertijos, todo para poder abrir una caja.

Resolver rompecabezas es una constante en muchos videojuegos; sin embargo, el reto para superarlos no siempre es alto, siendo en muchos casos solamente un trámite para avanzar a lo demás.

Esta semana llegó a mis manos Mystery Box: Evolution, un juego que no solo me mantuvo entretenido de principio a fin, sino que también exigió horas extra de trabajo mental para resolver sus acertijos.

Acertijos para agilizar la mente

Sin ninguna narrativa de por medio, Mystery Box: Evolution te pone directo a resolver diferentes tipos de cajas, todas con distintas temáticas.

Tendrás desde cajas con grabados egipcios, otras de inspiración celta y hasta aztecas. Estas temáticas influyen no solo en el escenario o la música, sino también como parte de las soluciones con figuras inspiradas en esas temáticas.

Para abrir cada caja, deberás resolver los acertijos de tres de sus caras. En ocasiones, habrá un gran puzzle que involucra las tres caras al mismo tiempo.

La dificultad de los acertijos de Mystery Box: Evolution sorprende gratamente: al principio las respuestas son obvias, pero conforme avanzas, encontrarás situaciones que exigen respuestas más complejas.

Un desafío mental satisfactorio

Algunas cajas requieren pasar largo tiempo analizando cada pista, incluso pensando más allá de lo que se muestra a simple vista, lo cual hace que la experiencia sea muy disfrutable.

Los acertijos van desde acciones sencillas, como alinear una palanca con alguna marca, contar los puntos de alguna figura o hasta uno en especial en el que se tiene que contar las letras del abecedario.

El nivel de reto es gratificante, especialmente cuando finalmente resuelves cajas que, por momentos, parecen imposibles.

Cada nivel incluye además un pequeño misterio en forma de pieza de rompecabezas, que suele ser bastante visible y difícil de pasar por alto.

Al completar las ocho cajas del nivel y obtener las respectivas piezas, desbloquearás un rompecabezas adicional. Este desafío, sin embargo, resulta demasiado sencillo para ser honesto.

En total, hay 57 cajas para resolver, lo que ofrece al menos un par de horas de juego, dependiendo de tu agilidad mental.

Problemas con el movimiento

El movimiento dentro de cada nivel es algo torpe, lo cual puede ser frustrante. Esto se siente más cuando debes ir de una cara a otra de la caja.

Para resolver una cara debes hacer zoom, pero esta función a veces no responde bien o te envía a una cara que no elegiste. El regreso del zoom también se queda atascado en ocasiones.

Otro punto negativo es la lentitud del selector, sin opción para aumentar su velocidad.

Cumplidor en lo visual y sonoro

Visualmente, Mystery Box: Evolution se limita a una mesa en la que se encuentra la caja. Las cajas tienen buen nivel de detalle, aunque algunas caras se ven borrosas, restando atractivo visual.

Como mencioné antes, las temáticas se reflejan bien en los diseños de las cajas, evitando la sensación de repetición mientras avanzas.

A nivel sonoro, las piezas musicales acompañan adecuadamente cada temática, creando una atmósfera envolvente.

Conclusión

Mystery Box: Evolution ofrece una experiencia retadora que ejercita tu mente con acertijos bien diseñados.

Cada caja presenta un buen nivel de dificultad, destacando aquellas que requieren un análisis más profundo.

Aunque su presentación es sencilla, cumple con su propósito.

Sin embargo, los movimientos torpes y algunas fallas en el control restan puntos a la experiencia.

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