Reseña: Pac-Man Museum+
Nada hace latir más mi corazón retronauta que un compendio de juegos clásicos. La posibilidad de revisitar aquellos hits de antaño en consolas modernas es una idea que siempre me ha fascinado.
Y al parecer es un sentimiento que comparto desde hace 20 años con Namco, quiénes se han esforzado por trasladar sus legendarios títulos a cuanto sistema se cruce en su camino, ya sea en forma de ports o en re imaginaciones (tipo Galaga en 3DS). Pero Pac-Man Museum+ es un espécimen interesante.
Colecciones de Pac-Man han habido por montones a lo largo de los años. Quizá la que recuerdo con más cariño es una lanzada en los primeros meses de vida del Game Boy Advance que aunque no podía grabar los puntajes, valía la pena revisitar de vez en cuando (aún lo hago… O hacía).
Esta nueva colección de 14 juegos, versión corregida y aumentada de su contraparte vista en 360, nos lleva de la mano hacia algunas piezas clave en la carrera del rechoncho amarillo, mientras ofrece una variedad de joyas ocultas y obras más recientes.
Disponible en Switch, PS4, Xbox One y PC desde el 27 de mayo, ¿vale la pena adquirirla o mejor esperamos al Museum++ (si es que eso tiene algún sentido)? Entre sus virtudes, yace un potencial desperdiciado que desafortunadamente, deja ver el peor lado avaricioso del estudio. ¡No olvido que sacaron cinco partes distintas de Namco Museum en PS1!
Pac-Man Museum+: una celebración al primer ícono de los videojuegos
En Pac-Man Museum+ recorremos desde el clásico original de 1980 hasta el reciente y creativo Pac-Man 256. El gran acierto de la colección es llevarlo a una idea interesante de inmersión en la cual, el jugador controla a Pac-Man mientras deambula en un arcade. Vaya, hasta debes meterle monedas a la máquina, mismas que obtienes con tan solo jugar.
A diferencia de cualquier menú genérico aquí, puedes elegir el gabinete que quieras para entrar a los juegos, decorarlo y convivir con los famosos fantasmas. Para conseguir nuevos objetos o melodías que sonarán a través de la rocola, simplemente debes jugar cada título disponible y completar misiones.
Las misiones no son nada difíciles, la mayoría se basa en obtener un puntaje alto, devorar determinado número de fantasmas o completar cierta cantidad de niveles. De hecho, Museum+ peca de ser muy bondadoso, pues en juegos cómo Pac-Mania o Pac-Attack, completé el 60% de objetivos en tan solo dos partidas. Lo peor llega cuando te das cuenta que no hay tantas opciones para editar el arcade y cuando aspiraba a ser algo tipo Animal Crossing, queda en algo básico.
Si eres un aficionado de compartir tus marcas con el mundo, sonríe, pues el juego ofrece tableros online para quien guste rankear a nivel competitivo.
Pero eso en cuánto a la interfaz que ofrece, ¿qué hay en cuánto a la emulación y selección en Pac-Man Museum+?
Hablar del primer Pac-Man a 42 años de su lanzamiento sería más largo que la propia reseña. El juego es perfecto y así se mantiene; es la prueba de que un diseño sencillo pero con sus estrategias por descubrir, es infalible. Otro de los hits incluidos es Pac-Man Championship Edition, lanzado originalmente en 2007. Después del original, es la mejor experiencia que se puede ofrecer del traga píldoras, frenética, adictiva y con gráficos neón coloridos que quedarán grabados en tu memoria.
Es en el resto de la selección dónde comienza lo bueno, lo regular y lo realmente terrible. En la primera categoría tenemos el joyísima Pac-Mania, incursión por ofrecer una vista isométrica y falsos gráficos en 3D que para mí, funcionan como un buen pinino en la evolución de los arcade hacia lo que vendría en los 90. El botón de saltar le añade variedad y abre posibilidad para seguir adelante con tu carrera.
Pac-Motos fue otra agradable sorpresa, en especial en el apartado de multiplayer. No hay mayor complejidad ni explicación, solo derriba a tus rivales de una plataforma y avanza hasta que solo quede uno. Es tan simple pero efectivo, ¡invita a tus amigos!
Pac-Attack es un juego de puzzle lanzado originalmente en consolas de 16 bits que también envejeció con gracia. Al unir el concepto de Tetris con Pac-Man se vuelve un desafío jocoso con mucha visión. No solo unes bloques, también fantasmas que deben ser devorados por el héroe amarillo. Entre más juntes, mayor puntaje tendrás. Joya.
Para cerrar esta sección de lo bueno y bonito, admito que nunca había probado Pac-Man 256 y vaya que fue increíble. Es la versión endless runner de Pac-Man donde, a través de un laberinto infinito, debes hacer la mayor cantidad de puntos antes de que te alcancen los glitches al borde de la pantalla. Rápido y adictivo, no podría pedir más.
El resto entra un poco a terrenos “del montón”. Y digo, Pac-Land, la primera aventura de plataformas del personajes, no se lo merecía pero… El port tiene un lag en los controles a considerar que vuelve demasiado complicado los saltos cuando llegas al trampolín. Lástima por qué los gráficos, a casi cuatro décadas, siguen siendo muy buenos.
Con Pac n’ Roll no puedo evitar que desperdiciaron la oportunidad de darle algo de controles de movimiento o usar el pad táctil en PS4 (desconozco si en Switch es distinto) para ofrecernos algo similar al original de DS.
Finalmente, solo hay un título que aplique como terrible y que tristemente, debes jugar un par de veces para desbloquear Pac-Attack: ese mugrero llamado Pac-In-Time. Oh Dios por donde empezar…
Al principio, da la ilusión de ser un juego de plataformas genérico con personajes de la franquicia regados por ahí. Los gráficos son buenos y la música, una joya. Pero los controles… El diseño de niveles… Me hace jadear hasta en la redacción. ¡Son horribles! La movilidad es una desgracia, Pac-Man no puede estar quieto un segundo porque si no, se resbala o cae.
Además, no hay cosa que más deteste en un juego de plataformas que verte obligado a recoger cada objeto para avanzar (Banjo-Kazooie me hacía vomitar mucho, la verdad) y aquí, ocurre eso. Esta pieza es para mandar al sótano del museo.
Pero por un solo juego, no es que debas ignorar a Pac-Man Museum+. El verdadero problema es no animarse a incluir más juegos para seguramente, clavarnos otra colección a futuro. ¿Cuándo será que veremos un Jr. Pac-Man o vaya, hasta el primer Pac-Man World de PS1? Triste.
Conclusión
Pac-Man Museum+ es un gran paquete que, para variar, sucumbe ante las ambiciones de Bandai Namco de sacar entregas a posterior. Era su oportunidad de cerrar con broche de oro su paso en la saliente generación de consolas incluyendo piezas aún más oscuras o títulos que parecían indispensables desde hace unos años cómo Pac-Man Vs.
Sin embargo, tampoco sería justo ignorar la tremenda calidad, bien emulada y con claro amor por el personaje, contenida aquí en un precio bajo. En especial cuándo tan solo Championship Edition, te robará horas de tu vida. A eso añado lo adictivo que fue Pac-Mania y el juego es practicamente un regalo.
Nostálgicos y jugadores de la vieja escuela, corran por ella sin titubear. Otros quizá prefieran visitar algún compendio anterior de Namco; recomiendo en especial Namco Museum o Namco Museum Archives Vol. 1, ambos disponibles en Switch y con una variedad mayor que satisfaga todas tus necesidades.