Reseña: MLB The Show 22
Solía amar los juegos de deportes. Eran experiencias fáciles de entender y entretenidas; pick up and play como dicen los gringos. Pero desde hace más de una década, empresas como EA y 2K se han obsesionado con el hiperrealismo, alejándose del factor que nos enamoró a muchos durante años: la simpleza. Solo una franquicia ha sabido complacer a ambos públicos, el obsesivo y el casual: MLB The Show.
Con la edición 22, San Diego Studio continúa en la grandeza del diamante ante una temporada de Grandes Ligas que arrancó tras mucha grilla entre jugadores y directivos y por un momento, pareció poner todo en riesgo.
Pero aunque el juego se mantiene como una experiencia indispensable para los amantes del rey de los deportes, las innovaciones son nulas y comienzo a temer por algo: el monopolio de estar en las tres consolas podría darle el síndrome de pereza Madden. Espero equivocarme.
MLB The Show 22, la gran celebración al pasatiempo americano
En MLB The Show 22, iniciamos nuestro recorrido con cuatro modos casuales para que mates rapidamente el tiempo: el desafío semanal, momentos, Retro Mode (presentado por Ken Griffey Jr., rellenito de amor) y el habitual Home Run Derby.
El primero te ofrece misiones que cambian cada semana (obviamente) con los cuales obtienes recompensas para seguir comprando sobres de cartas y opciones para personalizar a tu jugador, un tema en el que ahondaré más adelante. Hasta ahora solo ha habido una prueba pero fue muy divertida: conectarle varios hits a Babe Ruth mientras controlas a Shohei Ohtani. Una joya.
Momentos te lleva a recrear hazañas históricas del beisbol, como el home run #715 de Hank Aaron contra los Dodgers en los 70. Jugar estas misiones te dará mucha experiencia para mejorar tu perfil, además de que se van actualizando a diario.
No hay mucho que decir sobre Home Run Derby que no sea sorpresa pero si del modo clásico… Joder, lo arruinaron. Por alguna extraña razón modificaron los controles y ya no se siente nada cómodo ni divertido jugarlo.
La idea era, precisamente, revivir un juego estilo 16 bits con la antaña configuración de que cada botón frontal, representa una base. Aquí lo cambiaron… ¿Para hacerlo con una combinación del D-Pad y un botón extra? Este modo fue mi razón para comprar la edición 20 y ahora ha muerto. Malditos.
Pero el gran “añadido” (porque ya había aparecido el año pasado) es March To October. Aquí jugarás momentos clave de una temporada sin tener que pasar por partidos completos, una forma más rápida que aventarte los 162 duelos de la liga. Sin embargo, en esta ocasión tienes la opción de proseguir con una nueva temporada tras haber terminado la primera, conservando tus estadísticas. Destaco que si quieres ganar la moneda del juego, cartas y experiencia de una forma más rápida, esta es tu opción.
Lo segundo es una mejora en el modo de creación de estadios. Puedes compartir tus creaciones en línea con el resto de la comunidad, así como usarlo en el modo franquicia. Pero, ¿qué creen? Solo está disponible en consolas de nueva generación. Nosotros plebeyos tendremos que quedarnos con las mismas opciones del año pasado. Lástima, Margarito.
Seguimos adelante con Road to the Show, “la historia” de MLB The Show 22. La creación de tu jugador se ha vuelto mucho más intuitiva y en esta ocasión, incluso puedes crear hasta 10 peloteros con sus respectivas historias y posiciones. Es divertido escalar desde las Ligas Menores (larga vida a los Tulsa Drillers) hasta ser la estrella de la MLB, a través de encuentros, conversaciones con selección de diálogos y minijuegos. En general, lo sentí con un mejor ritmo que en The Show 20.
Finalmente, dejaré de evadir contarles sobre un modo que dada mi naturaleza huraña de jugar en línea, me resulta bastante complicada: Diamond Dynasty.
No hay cosa que más odie en la vida que FIFA Ultimate Team y temía que, dada la naturaleza de este modo de avocarse a las microtransacciones, no se tratara más de una estafa para satisfacer las necesidades de los fanboy. Medianamente me equivoqué con The Show.
Si bien la forma más fácil es desembolsarse buenos billetes para desbloquear las tarjetas de estadio y jugadores, el juego es generoso con la forma en la que obtienes recompensas para armar a tu equipo de ensueño. El mayor defecto que encuentro es que la interfaz no es tan intuitiva y debes memorizar bien el camino para llegar a cada opción. Recuerda que si tienes cartas repetidas, puedes ofrecerlas con amigos o en el mercado online para venta o intercambio, así es menor tu suplicio.
Entre sus demás virtudes, un apartado que pocos siempre prestan atención pero que para mi, es vital en cualquier título de deportes: el soundtrack. Entre menús y encuentros, escucharás temas de Eddie Vedder, Tom Morello, Band of Horses, Spoon y Snoop Dogg. Mi descubrimiento fue “Make Me Feel Alright” de Robert Finley, canción de blues rock que conecta de forma estupenda con la vibra del juego.
Todo parece maravilloso pero… Lo es en PS4. Tuve oportunidad de probar la versión de Xbox One también… Vaya, hay mucho por trabajar en el bullpen. Hay un ligero lag en el bateo y pitcheo, además de que los tiempos de carga son considerablemente más largos entre encuentros y hasta en los menús. Quizá en Series X sea distinto pero en el One original, se vuelve demasiado tedioso.
Conclusión
MLB The Show 22 no ofrece muchas novedades pero al menos, no decepciona en su ejecución. El título sigue siendo una obra maestra en cuanto a controles, gráficos y accesibilidad; me parece una excelente introducción a aquellos ajenos al deporte, no solo por la variedad de modos, sino por como el juego adapta su dificultad y ofrece infinidad de opciones del control para que puedas acomodarte como plazca. Por si fuera poco, ¡tiene multiplayer crossplay!
Además, los más geeks del beisbol encontrarán enorme satisfacción al coleccionar cada una de las tarjetas y revivir momentos clave en la historia del campo. Como complemento, te recomiendo descargar a tu celular la app de TOPPS para que lleves el vicio por doquier.
Ahora por caridad, que alguien aparezca y disipe el misterio sobre la edición en Switch. Porque si conserva esta misma calidad, al fin la consola de Nintendo tiene un juego de deportes digno de alabanza.