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La epilepsia nunca fue tan divertida

Actualmente hay muchos títulos que buscan ser únicos y diferentes, o de repetir una formula existente para generar millones de dólares en ventas de contenido descargable, pero Tempest 4000 busca separarse un poco de esta tendencia para revivir un poco las glorias pasadas de los Shoot ‘em up de Arcade, donde lo importante no era una historia, el sonido o las mejores gráficas, sino que tantos puntos podía hacer alguien con una sola vida. Este título, publicado por Atari, es una secuela del Tempest original para Arcade, el cual en 1981 fue el receptáculo de muchas monedas, las cuales buscaban ser el lugar numero 1 en la tabla de puntuaciones.

Por desgracia, al menos en el continente americano, las Arcades son cada vez más raras, un vestigio de tiempos pasados; pero esto no detiene a que desarrolladores, como Llamasoft, hagan llegar un título a las tiendas virtuales que emule el sentimiento ochentero de estar pegado a una pantalla superando un puntaje, sin tener que gastar moneda tras moneda para lograrlo.

De los 80 hacia el siglo 21

Como buen título de Arcade Shoot ‘em up la historia es inexistente, pero el modo de juego es muy sencillo de seguir: limpiar uno de 100 escenarios de enemigos que plagan la pantalla, disparando lasers de neon y recogiendo power ups al eliminarlos. Suena sencillo, y en esencia lo es, pero mientras más se avanza, más complicado se vuelve, especialmente porque solamente se cuentan con tres vidas y la “garra” que se controla solo resiste un impacto.

Cada escenario es único y permite moverse completamente alrededor de ellos; algunos son círculos y cuadrados que permiten girar completamente sobre ellos, mientras que otros limitan más el movimiento. Esto en parte me agrado bastante, pues da a cada uno de los niveles algo único y los complica aún más, sin importar sean o no los mismos enemigos, el simple hecho de cambiar un nivel en forma de circulo por uno en “U”, lo vuelve un reto bastante peculiar por sí solo.

Hay ciertos niveles que son dinámicos, y varían sus dimensiones o mueven partes del mismo, lo cual me gusto bastante, pues mantiene fresco el reto y obliga a prestar mucha más atención al entorno, especialmente cuando todo parece un vomito de Neon. Esto no es algo malo, al contrario, me parece bastante atractivo los cambios en formas y colores de cada uno de los niveles, pero llega un punto en el cual hay demasiados elementos en la pantalla que se vuelve caótico diferenciar entre enemigos, una luz del fondo o la misma garra.

Ya sabiendo esto, tenia que poner mucha atención en niveles superiores, pues no solo tenía que ir en contra del escenario cambiante, sino a los nuevos tipos de enemigos que aparecían y que complicaban cada vez más las cosas, eso sí, mientras más variados se volvían, me sentía mas motivado a seguir pues debía adaptarme a los cambios de cada uno. Mientras al inicio solo eran cruces que disparaban de vez en cuando, eventualmente había algunos que se dividían y llenaban la pantalla de más elementos o unas esferas que tenían patrones erráticos de movimiento y explotaban al contacto con mi laser.

Morí una infinidad de veces, pero gracias a la tecnología de punta del siglo 21 no tenia que iniciar desde cero, el mismo juego guardaba el progreso de cada escenario nuevo, por lo que si tenia que interrumpir o salir al llegar al nivel 27, no debía jugarlos desde el inicio, cómodamente podía retomar mi progreso con la dificultad de contar con solo una vida.

En algunas ocasiones si tuve que pelearme con el control, pues, aunque es muy sencillo moverse de un lado al otro de los niveles, me sentí desorientado por saber qué dirección en el pad o stick utilizar. Fueron momentos sueltos, pero suficientes para frustrarme un poco al confundirme.

Se nota que es una labor de amor hacia el juego original de 1981, ya que el audio evoca sonidos techno actuales que incrementan la sensación del juego, inclusive podría decir que uno que otro track bien podría ponerlo de fondo mientras trabajo, pero otros simplemente son olvidables y suenan a música noventera que nunca paso de tocarse unas dos o tres veces en un rave.

Es perfecto para jugarse en periodos cortos de tiempo, pero personalmente me fue difícil dedicarle más de 45 minutos seguidos y opté por retomarlo en periodos cortos donde sentí le sacaba más provecho. Tal vez para muchos esto no sea un problema, pero para mí, que necesito algo más que un puntaje para mantenerme enfocado en el juego, no sentí tan justificado los $29.99 dólares americanos que Temptest 4000 cuesta.

Simplemente hay algo que no me llama al 100% para jugarlo una y otra vez, o por periodos largos, pero si mientras espero para quemar unos minutos del día en alguna actividad. Es muy divertido en periodos cortos, pero para quien no gusta de superar sus propios puntajes es preferible ahorren su dinero y lo inviertan en algo más.

Eso sí, para quien gusta de este tipo de juegos, es perfecto, pues con los tres modos de juego: standard, pure y endless, tendrán suficiente reto para varios ratos ya sea cortos o largos, para superar sus propios puntajes.

Título: Tempest 4000

Desarrolla: Llamasoft

Publisher: Atari

Género: Shoot ‘em up

Plataformas: PC, PS4, Xbox One, Atari VCS

Estreno: 17 de julio de 2018