Reseña: Microsoft Flight Simulator 2024

Ah, Microsoft Flight Simulator, nos encontramos de nueva cuenta. En 2020, tuve la oportunidad de probar por primera vez la franquicia más longeva en la historia de la empresa de Bill Gates. Mi conclusión de aquel entonces: un gran juego que no es para cualquiera.

Ahora con la edición del 2024, lanzada el pasado 19 de noviembre para PC y Xbox Series X/S, francamente poco ha cambiado en mi perspectiva. Es una opción excelente para los fanáticos del vuelo, para los soñadores que de pequeño tenían la fantasía de ser piloto e incluso, comprobado a través de un conocido mío, como una útil herramienta para los estudiantes del oficio.

Si no te identificas con ninguno de los casos mencionados, cambia de página, este no es tu juego pues es una de las experiencias más demandantes encontrarás en la vida. Sin embargo y a diferencia de la impecable entrega anterior, aquí nos encontramos ante una frágil torre de Babel. No encontré mejor analogía.

El título es un simulador extremadamente ambicioso para su propio bien en las condiciones que un hardware actual permite. Ofrece tanto, que colapsa en apartados técnicos no vistos en el pasado de la franquicia. Son errores que con el tiempo se corregirán (espero) aunque quizá, sus mejoras debían esperar una generación más de consolas. Se agradece el esfuerzo monumental y es una base que más títulos del estilo, deben considerar a futuro.

Fotógrafo, bombero, rescatista, piloto comercial: de qué va Microsoft Flight Simulator 2024

La mayor virtud de Microsoft Flight Simulator 2024 es la vasta cantidad de opciones que ofrece. De entrada está el extenso modo de carrera. Obviamente este no aborda una historia como tal sino una variedad de licencias que puedes abrir para operar distintas aeronaves en escenarios específicos. Esto conlleva a una serie de tutoriales muy tediosos pero necesarios si quieres explotar al máximo la experiencia. Confieso: no me avergüenza admitir que tuve que activar todas las asistencias de instrucciones en pantalla aunque ese es un gran punto a favor del título al esforzarse en apelar al jugador más casual. En especial si juegas con cámara en tercera persona y no desde la cabina.

Una vez que te hayas graduado (después de algunas horas y varios choques), empiezas a ver lo sustancioso de la carrera. Además del clásico modo de piloto de aerolínea comercial de Boeing 737 o recorrer circuitos en avionetas, el juego te permite experimentar modalidades como rescatista de montaña para salvar personas afectadas por un accidente, combatir incendios desde las alturas, labores de reconocimiento de clima, manejar un dirigible o un globo aerostático (hermosísimo), transportar cargamento, regar con agua campos de cultivo o llevar pasajeros VIP en jets privados. Y esos son unos cuantos modos, para que te des una idea.

Mi novedad favorita fue la maravilla de ser fotógrafo aéreo y de igual forma, es una labor de horas. Aquí debes sobrevolar alguna ciudad en helicóptero para tomar fotos de un sitio turístico o histórico famoso, con una condición especial a cumplir para obtener una estrella de calificación. Sobrevuela Río de Janeiro y toma foto al Cristo de Corcovado con la luna alineada a su cabeza. Ve a París y captura la Torre Eiffel en un ángulo bajo con el sol directo al arco. O viaja a Nueva York para fotografiar la Estatua de la Libertad con el sol dando justo en la antorcha. Entre las decenas de destinos disponibles están Chichen Itzá, la Ciudad Pérdida, el Golden Gate de San Francisco o la Pirámide de Guiza. ¡Es simplemente increíble!

Esta misión de fotógrafo del National Geographic no se queda solo aquí. También existe opción de dar un tour por castillos famosos de Europa, tomar bellos paisajes manipulados por el innovador manejo del clima en tiempo real que hasta incluye ver las auroras boreales en los países nórdicos o un giro inesperado: descender de tu transporte para tomar a pie fotos de la naturaleza y su fauna, como en el safari africano o encontrar animales famosos por región, como el canguro o el oso polar. Sí, admito que es uno de los modos de foto más sencillos que haya visto pero vaya, este simulador requería algo de simpleza para variar y un gancho que fuese adictivo para quien no le interesa conocer a profundidad como se opera la cabina de un avión (como yo).

¿Eres un egoísta sin ánimos hacia las misiones altruistas o no tienes lo que se requiere para tirar arte? No te preocupes, que Microsoft Flight Simulator 2024 no se olvida de aquellos que solo quieren despegar y volar un rato sin mayor preocupación con el modo de vuelo libre. Si nunca la has probado es una experiencia… Relajante y catártica, honestamente.

Solo elige un vehículo de entre 95 distintos tipos de aeronaves (según habrá más ahora que se decidan por habilitar la opción de mercado), coloca un punto de partida y uno de salida. Despega y aterriza, todo en tiempo real. ¿No me crees? Como experimento, volé del AICM en la Ciudad de México hacia Guadalajara. Si has hecho este recorrido en la vida real, sabes que dura entre 50 minutos y una hora. El realismo es tal que por supuesto, eso te toma el viaje. Solo para clavados aunque fue divertido. Eso sí, no estaría mal una opción de poner un mapa en alguna de las esquinas para saber cuanto falta o algo así.

Microsoft Flight Simulator 2024 seguiría como un estupendo referente para los fans de la aviación de no ser por la enorme cantidad de problemas técnicos que tiene, aún con varios parches después de su lanzamiento. Sin duda el más irritante de todos son sus extensos tiempos de carga. Mi experiencia fue en una Series X y cargar siquiera el inicio, es un lastre. No me quiero ni imaginar como sería en Series S, seguro te da tiempo de ver toda la trilogía de El Padrino en lo que carga. Al tener que desplegar mapas tan grandes y detallados, exige una paciencia adicional al aprendizaje que resta mucho de la emoción.

Después tenemos al gran elefante en la habitación: los gráficos. Mucho se habla de la belleza de los paisaje y claro, el esfuerzo por representar todo el mundo es de celebrar pero la ambición de abarcar tanto salió contraproducente. En cualquier modalidad que te enfrentes, hay demasiado pop up, retrasos con las texturas y un drop frame infumable que lleva a perder velocidad o altitud a pleno vuelo. Incluso hay paisajes que en 2020, recuerdo con mayor profundidad de campo y una iluminación no tan plana como ahora.

El problema que tuvo Asobo Studio con este lanzamiento fue no conocer o siquiera imponer límites de hasta donde se podría llegar en esta generación. En su esfuerzo anterior con la serie ya se notaba la devoción hacia los títulos clásicos y todas sus implementaciones fueron bienvenidas gracias a una ejecución perfecta. Aquí también son bienvenidas… La cosa es que funcionan como deberían. La idea de simular el mundo entero es brillante, aunque la tecnología no da para ello. Aún.

Conclusión: ¿te pones la gorra de capitán de Microsoft Flight Simulator 2024 o mejor te vas a conocer el AIFA?

Una vez dicho esto: espera hasta que el título esté arreglado. Si te dejas llevar por este universo tan de nicho, encontrarás un juego demasiado exigente al grado de “no jugarás otra cosa en meses” pero satisfactorio y fascinante a la hora de encontrarte con tanto por descubrir. En el estado técnico en el que se encuentra ahora mismo, no, gracias. ¡Incluso faltan modos como la carrera aérea patrocinada por Red Bull que tanto anunciaron!

Eso sí: si la recomendación cabe dentro de tus gustos, asegúrate de conseguir Microsoft Flight Simulator 2024 en PC. No solo porque un equipo más reciente lo correrá mejor, también porque jugarlo con control requiere un uso exagerado de varios botones al mismo tiempo (LT + X solo para quitar los frenos, por ejemplo). Recuerdo haber jugado la edición 2020 con teclado y fue muy intuitivo.

Agradecemos a Xbox México por proporcionarnos un código del juego para poder realizar esta reseña.