Reseña: Pikmin 1+2

Cuando Nintendo sorprendió a todos a inicios de año con el lanzamiento de una remasterización de Metroid Prime, abrió todo un mundo de posibilidades.

Dado que no veremos Gamecube en el Switch Online como todos queremos, estos reencuentros con los clásicos de la lonchera morada se convirtieron en una gran alternativa.

Los siguientes títulos en recibir el tratamiento fueron las primeras dos entregas de Pikmin, lanzadas en 2001 y 2004 respectivamente. A pesar del éxito comercial y el culto alrededor de estos adorables personajes, por alguna razón he notado que no muchos en México son fans. ¡Tache mapache!

Pikmin es estrategia con un gran ritmo y bellos niveles por explorar que gracias al tremendo esfuerzo de la Gran N, estamos ante un compendio obligado para toda colección del Switch. Es casi (y digo casi porque hay unos detalles que faltaron por refinar) perfección absoluta.

Pikmin 1+2: todo lo que debería ser una remasterización

Si son ajenos a la franquicia creada por Miyamoto-san inspirado por su amor a la jardinería, esto es lo que deben saber. Toda la odisea inicia cuando el Capitán Olimar, quien iba tranquilamente en su nave hacia unas tranquilas vacaciones espaciales, es impactada por un asteroide. Al caer en un planeta tóxico, cuenta con solo 30 días para encontrar las piezas faltantes de su nave y emprender la huida.

Dado que Olimar mide dos centímetros, se apoyará de la ayuda de los Pikmin para resolver acertijos y enfrentar la fauna hostil. Pero cuidado, que tienes tiempo límite y al anochecer, deberás regresar a tu nave para evitar más contratiempos. Si eres fan de los juegos de estrategia en tiempo real, esa presión extra no debe ser nada.

La primera entrega introdujo tres clases de Pikmin: rojos, amarillos y azules. Los primeros serán tu fuerza básica de trabajo, mientras que los amarillos, tienen una fascinación por rocas que puedes usar como bombas. En cambio los azules, te ayudarán a atravesar estanques y Lo importante: entre más Pikmin tengas, más rápido terminarás con cada tarea, acabarás con enemigos o romperás barreras. Mejor aún cuando se alimentan de néctar pues aumentan su fortaleza.

Por su parte, Pikmin 2 siempre me ha parecido amplio candidato a una de las mejores secuelas de todos los tiempos. De entrada, la historia tiene una vibra más divertida, pues al regresar Olimar a su planeta natal, Hocotate, la empresa de paquetería para que trabaja se ha ido a la ruina… Y ahora él, junto a su compañero Louie, deberán conseguir tesoros para pagar la deuda. ¿Dónde los hallarán? En el planeta de los Pikmin, por supuesto.

Aquí se introdujeron muchos elementos. De entrada, dos nuevas clases de Pikmin: blancos y morados. Los primeros, son más rápidos, resistentes al veneno y si son devorados por un monstruo, los envenena lentamente hacia su muerte. Adorable. Los segundos, son pesados, muy fuertes y pueden paralizar a los enemigos cuando los lanzas a ellos.

Lo mejor de esta secuela es la intuitiva introducción de utilizar dos líderes simultáneos. En el primer Pikmin, se vuelve un tanto tedioso tener que separar los grupos de criaturas por colores acorde a lo que más necesites. Gracias a que puedes manipular a Louie al mismo tiempo que Olimar, esto se vuelve más práctico de realizar.

Como extra, este segundo capítulo incluye un divertido modo multijugador. Ya sea una especie del clásico captura la bandera o el desafío de ver quien cultiva más Pikmin al final del día, son geniales distracciones de la aventura principal. En fin, aunque al principio suena complicada tanta tarea por resolver, Pikmin es puro goce una vez que te adentras en su mundo.

Pero basta de palabrería, sé que lo importante para ustedes con este relanzamiento es, ¿qué tan bien fueron trasladados al Switch? Con grandeza, como debe ser.

Lo que más amé de Pikmin 1 +2 es que se animaron a conservar la opción de control de movimiento vista en el Wii. Honestamente, es la mejor forma de jugar, pues da una mayor precisión de como lanzas y ordenas a tus leales acompañantes. Dado que estaba acostumbrado a jugarlos en Wii, me fue un tanto complicado adaptarme del todo al control tradicional pero funciona bien.

A nivel visual, Pikmin 1 luce bien pero queda muy corto cuando llegas a Pikmin 2. ¡Qué brutal trabajo con las texturas realizaron! El agua, el pasto, cada una de las escenas, así como las jocosas animaciones del dúo dinámico, son maravillosas. Tanto en el dock como en portátil, la sensación fue la misma así que dale sin miedo acostado en cama.

Sin embargo, hay dos temas en contra que si bien no arruinan la experiencia, hay que mencionarlos. Nintendo desaprovechó la oportunidad perfecta para corregir ciertos errores de la IA, sobre todo en Pikmin 1 donde prevalecen todavía que algunos de tus Pikmin, especialmente cuando llevas una multitud detrás, queden atorados en las paredes o corran a una muerte innecesaria.

El otro conflicto que sigo teniendo es la cámara. Se nota que intentaron preservar la intención original de aquellos primeros lanzamientos pero, el esquema de hace 20 años ha evolucionado demasiado.

Conclusión

Pikmin 1+2 es la muestra perfecta de como hacer una remasterización. Más allá de la presentación gráfica, el nivel de cuidado hacia cada detalle es impresionante y el sistema de juego, adictivo por naturaleza, te llevará a acabarlos varias veces para descubrir que tan rápido logras conseguir cada pieza de la nave o tesoro.

Este es un recordatorio de porque muchos amamos al Gamecube en primer lugar. Fue una consola que desde sus primeros días, se esforzó en mostrar experiencias innovadoras como esta. Alejada de la fórmula tradicional de espadachines, guerreros, etc., Nintendo creó una saga de estrategia profunda pero con la magia y accesibilidad que solo ellos tienen. Lo mejor de todo es que ahora tienes toda la franquicia en una sola consola. ¿Qué más quieres?

No pagues por las cantidades absurdas que los revendedores buscan por las versiones del cubo y Wii. ¡Juégalos ya!

Gracias a Nintendo Latinoamérica por compartirnos un código del juego para poder realizar esta reseña.