Advance Wars, la historia detrás de la franquicia de estrategia
En 1988, Intelligent Systems, la mano derecha de Nintendo en el mundo RPG y de estrategia, probó que las consolas estaban listas para ciertas experiencias limitadas a la PC. De esta manera nació la serie Wars, mejor conocida en Occidente como Advance Wars. Si creías que estos títulos solo se encontraban en GBA y DS, te equivocas. Esta es la historia detrás de una serie que la Gran N, ha manejado de forma irregular por más de 30 años pero que sin duda, dejó una huella en todos los gamers que la han conocido.
Advance Wars, un largo camino del Famicom al Switch
El 12 de agosto de 1988, llegó a la Famicom (el NES japonés, para los cuates), Famicom Wars, un sencillo título de estrategia por turnos que estableció las bases de un estilo que Fire Emblem compartiría un par de años después.
A pesar del arcaico estilo de juego, aquí conocemos a los principales protagonistas de la serie, las naciones de Red Star y Blue Moon. Además, la obra introdujo dinámicas como construir tus unidades terrestres, aéreas y marítimas, fábricas, capturar ciudades y cuarteles y conseguir recursos a partir de tus conquistas, así como el estilo animado que todos aman. Eso sí: no existía un modo campaña, solo debías superar misiones de capturar o acabar con todas las armadas del rival.
El juego fue un rotundo éxito en Japón y se volvió un fenómeno de culto que lo llevó a tener dos secuelas más exclusivas para el país del sol naciente, así como relanzamientos en la Consola Virtual del Wii y Wii U y hasta un jocoso homenaje en la surrealista aventura, Captain Rainbow, que cualquier dueño de un Wii pirata debe conseguir (es exclusivo de allá, que quieren).
Como era la costumbre de aquellos años de lanzar todo en formato portátil, Game Boy Wars apareció en 1991. Las novedades en esta ocasión fueron 36 mapas (comparado a los 15 del original), la capacidad de contar con 50 unidades en lugar de 24 y una mejora en la inteligencia artificial.
Sin embargo, el resto de las secuelas para Game Boy fueron manejadas por Hudson Soft, no por Intelligent Systems. Pero a diferencia de otros estudios que solo van a cobrar el cheque con una IP famosa, el equipo de la abeja se esforzó en incluir nuevos elementos con cada entrega.
Lo más cercano a la experiencia conocida por estos lares llegó en la tercera parte estrenada en agosto del 2001 para el Game Boy Color. Esto se logró gracias a la fusión que Hudson implementó de tomar características de su propia serie, Nectaris, para implementarlas en Wars. Así tuvimos distintos modos de dificultad, 60 mapas por explorar en una campaña y el rankeo de unidades por experiencia, lo cual incrementaba su poderío. Una joya que debes emular con su bello parche en inglés.
Por su parte, Intelligent Systems se limitó a lanzar un remake del primer juego, esta vez para el Super Famicom. Un estreno tan tardío que llegó hasta el 1 de mayo de 1998 y en exclusiva para el sistema Nintendo Power en Japón.
Entre Game Boy Wars 3 y Super Famicom Wars, se gestó el resultado final que obtendríamos en GBA, pues el remake de SF incluyó el famoso modo “Fog of War” que limita la visibilidad de las tropas enemigas y se introdujeron las dos facciones finales: Yellow Comet y Green Earth. Si quieres conocerlo, también hay una traducción hecha por fans, a pesar de que Nintendo también la relanzó en Consolas Virtuales. Nada más nos hacen repelar.
Con la llegada del Game Boy Advance en 2001, Nintendo decidió que el público americano ya no era tan tonto como ellos creían y, tras el éxito que obtuvo la competencia con Final Fantasy Tactics, se decidió traer por primera vez a la franquicia el 10 de septiembre del 2001. Como todos saben lo ocurrido al día siguiente de esta fecha, el lanzamiento se retrasó tanto en Europa como Japón para no herir susceptibilidades.
Estábamos ante una nueva era de la saga. Al fin teníamos una historia guiada por sus carismáticos personajes y una excelente dirección de arte. Aunque caricaturizada, la trama incluye una serie de complots políticos, intrigas y giros a lo largo de cada capítulo.
La novedad en Advance Wars fue el multiplayer entre cuatro personas y la manera en la que podías aprovechar las ventajas del terreno en los escenarios para atacar o defenderte. Por ejemplo, puedes usar las montañas para mejorar tu defensa o esconder tus unidades en bosques y no recibir tanto daño.
América amó el juego. En distintas ocasiones, Nintendo admitió que de no ser por el éxito obtenido, jamás se habrían animado a traer Fire Emblem. De igual forma, la secuela se cosechó de inmediato y en 2003, conocimos mejor los malvados orígenes del (spoiler) Black Hole Army, los culpables de que todos se echaran encima en el título pasado.
Si no está roto no lo arregles fue el lema de esta continuación, pues salvo nuevas unidades como el temible Neo Tank, no se añadieron más cosas. Pero en ese momento de la vida, más de lo mismo era lo que queríamos, la verdad.
Mientras Advance Wars vivía en la bonanza absoluta en terrenos portátiles, a Nintendo le pareció buena idea publicar un spin off para el Gamecube. Desarollado por Kuju London, en 2005 tuvimos Battalion Wars. La idea fue interesante aunque la ejecución fue extraña.
Para Battalion, el desarrollador llevó la historia a territorios genéricos con dos nuevas naciones totalmente basadas en Estados Unidos y Rusia. El gameplay fue lo llamativo, pues se trató de una mezcla entre shooter en tercera persona y estrategia en tiempo real.
Desafortunadamente, los controles fueron nada intuitivos y la falta de multijugador le valieron quedarse atrás de sus contrapartes. Estos errores fueron corregidos para su secuela lanzada para Wii en 2007. Hasta online tuvo pero con las clásicas limitaciones del sistema.
Mientras tanto, Advance Wars avanzó su paso triunfal por la DS. El 22 de agosto del 2006, llegó Dual Strike, un capítulo que siguió el duelo entre las naciones aliadas y el Black Hole Army, renacido a partir de un nuevo líder en busca de vida eterna.
Además de aprovechar las dos pantallas de la consola para crear más grandes y con frentes más marcados, incluyó nuevas modalidades como Combat, de estrategia en tiempo real a partir de unidades y dinero limitado (una distracción muy divertida) y Survival, acción donde triunfa la nación con la última unidad de pie.
Hay mucha innovación en este título, como todas las artimañas que el Black Hole Army inventó a su favor, el nuevo objetivo de capturar la Com Tower del rival para elevar el poder de tu ejército y hasta un avión de caza con habilidades de sigilo.
Llegamos al final del camino con la última entrega lanzada hasta el momento. Advance Wars: Days of Ruin, fue un cambio absoluto en la dirección artística de la serie. ¿Harto de los personajes caricaturescos y el humor blanco? Este es tu sitio, gañán. Aquí estamos ante un mundo post apocalíptico, sombrío y desesperanzador. Tanto que hasta el 90% de la humanidad fue aniquilada por una lluvia de meteoritos y la luz del sol está cubierta por una nube gigante de polvo. Muy realista, ya saben.
El gameplay se mantuvo intacto pero siguiendo la obsesión multiplayer que tomó la época, se enfocó demasiado en dar más modalidades para varios jugadores (incluido online) y se omitieron varias opciones de su antecesor en el campo de un solo jugador.
A pesar de ser aclamado por estas decisiones, Days of Ruin no obtuvo el éxito comercial de entregas pasadas y la serie, quedó en el bello recuerdo de los retronautas. Hasta ahora.
El futuro con Re-Boot Camp
Tristemente, Advance Wars lleva 15 años sin recibir un nuevo título, opacado bajo la sombra de su hermano fantasioso. Salvo menciones en los stickers y trofeos de Smash, parecía que Nintendo negaba de su serie bélica. No será sino hasta este 21 de abril que las nuevas generaciones, podrán jugar por primera vez los títulos que le dieron fama en occidente. Además, estos remakes vienen de la mano de Wayforward, estudio experto en este tipo de misiones retro como Contra 4, A Boy and His Blob y la serie de Shantae. La expectativa es alta.
Como dato para el anecdotario y similar a lo ocurrido en 2001, el juego tenía como fecha de lanzamiento original el 8 de abril del 2022 pero debido a la invasión en Ucrania y las similitudes con la trama del primer capítulo, decidieron postergarlo durante todo un año. Un movimiento interesante y sensible, no como Rare que le dio igual lanzar Goldeneye el año pasado para que le eches bala fría a puros rusos.