Reseña: Sifu [Xbox]
Confieso que me perdí de Sifu durante su corrida inicial en PlayStation, más por tiempo que por falta de entusiasmo. Afortunado fui al ser encomendado con la misión de revisar su llegada a Xbox One pues la segunda obra del desarrollador francés Sloclap, es una maravilla de acción que nadie debe perderse.
Fans del kung fu y las historias de honor chino, regocíjense ante de uno de los mejores exponentes que haya aparecido en mucho tiempo.
Sifu, una futurista épica de artes marciales
En Sifu controlas a un estudiante anónimo de artes marciales. Cuando eras niño, fuiste testigo del asesinato de tu maestro a sangre fría a manos de un grupo comandado por el alumno más hábil. Ellos te perdonan la vida pero durante 8 años, te dedicas a entrenar para derrotar a cada uno de ellos. A pesar de la genérica premisa de venganza, es imposible no engancharse con el camino de tu héroe y los excéntricos enemigos que deberás matar a la Kill Bill.
El título es un brillante beat ‘em up de la vieja escuela que lamento haberme perdido durante un año. Desde el tutorial en los créditos (más juegos deberían imitarlo para evitar perder tiempo en perradas tediosas), es imposible no dejarse llevar por la ambición artística de Sifu. Hay una atención muy minuciosa a cada detalle en la música y los gráficos que de inmediato, te invitan a jugar hasta el final. Y así inicia una de las aventuras más interesantes que haya probado en años.
La mecánica más importante es el envejecimiento del héroe tras perder una vida. Inicias el relato a los 20 años pero cada vez que mueras, envejeces en edad hasta perder todas las monedas de tu talismán mágico. Aquí entran dos factores que aumentan la estrategia más allá del botonazo.
La primera es que en ciertos puntos de cada nivel, te encuentras con altares donde obtienes nuevas habilidades. Sin embargo, hay un límite de edad para adquirirlas. Solo hasta los 25 años puedes conseguir más durabilidad en las armas y hasta los 40, un aumento de salud. Es fantástico.
Lo segundo es el añadido que le da más dificultad a Sifu. Conforme envejeces, pierdes salud pero ganas más fuerza en tus ataques para equilibrar la situación. Si nunca lo habías jugado, te recomiendo empezar en la dificultad más baja para familiarizarte bien con el ritmo y los controles o terminarás siendo un anciano de 76 años en el tercer nivel (me pasó, confieso).
Por supuesto, el nivel de detalle es tal que hay un envejecimiento notorio en tu héroe cuando esto ocurre: tendrá más barba, un cabello más largo e incluso, su andar y los movimientos serán más lentos. Joya.
Pero no solo de catorrazos se alimenta esta historia y en cada escenario, debes descubrir objetos ocultos que irán directo a tu pizarra de detective con más información por conocer de cada villano y lo que pasó con ellos desde su cruel crimen. Podrás revisar estas pistas desde cualquier momento en el menú aunque es mejor darte una pausa en tu refugio, el Wuguan (una academia de artes marciales).
Además de revisar tus avances, en este sitio puedes cambiar tu vestuario y lo más importante: entrenar. La clave del triunfo en Sifu es aprender lo más avanzado en su sistema de parry y esquivo. Si tu estrategia son los botonazos hasta el final como si fuese Final Fight, estás perdido. Debes tomarte tu tiempo, analizar cada situación y entender como enfrentarás a las hordas de secuaces. Requiere de mucha práctica pero más allá de volverse aburrido, se incentiva siempre a ser mejor.
Si ya jugaste todo esto antes, ¿qué te encontrarás de nuevo? Los fans que quieran revisitar por tercera vez esta urbe llena de malandros se encontrarán con el modo Arenas, un modo tipo endurance donde a través de distintos desafíos por cumplir, enfrentas a cientos de enemigos para conseguir más experiencia y nuevos disfraces. Cabe destacar que esta nueva expansión es gratis a partir de ahora en PS4 y PC. Nada mal.
Lo único que aleja a Sifu de ser una obra maestra es su cámara. ¿Qué los diseñadores no han jugado beat ‘em ups en 3D nunca? Varias muertes que tendrás son por enemigos mal colocados salidos de la nada o por el nulo seguimiento que te dará cuando te ataquen de a montón, llevando a momentos de frustración innecesaria. Puff.
Conclusión
Sifu es una de esas obras que de inmediato, remontan al constante debate de si los videojuegos son arte. El diseño de niveles podrá ser lineal pero tienen una belleza estética increíble, sobre todo cuando llegas al duelo contra los jefes que añaden variedad, así como las partes de pasillos 2D tipo Oldboy. Ni que decir de la música, un excelente homenaje a los soundtracks de sintetizadores de los 80 con melodías que se te quedarán pegadas. Pero lo más perfecto es la ejecución del novedoso sistema de edad. Esto es un clásico de culto instantáneo, no hay más.
Además, la posibilidad de conseguir dos finales distintos dependiendo de que tan clemente eres, le añade una razón más para visitarlo de nuevo. Me recuerda mucho a las obras de antaño que a pesar de su corta duración, te hacen volver de vez en cuando para descubrir nuevas cosas o simplemente pasar un buen rato con un desafío considerable. Corre por este juego.