Reseña: Assassin’s Creed Valhalla: Dawn of Ragnarök
Ubisoft nos ofrece la expansión más grande de Assassin’s Creed hasta el momento.
Desde el lanzamiento de Assassin’s Creed: Valhalla el juego ha tenido dos bandos; los que creen que esta entrega ya no es de la franquicia y los que están amando este nuevo rumbo. Para los primeros, debo decirles que si le dieran una oportunidad, verían que todavía hay mucho de trasfondo de la historia de los asesinos.
Eso lo comprobamos en las misiones de Odín a través de las pociones con Valka; donde pudimos ver como el Ragnarök se relaciona con el fin del mundo que pudimos ver en Assassin’s Creed III. Además, descubrimos que Desmond Miles sigue con vida. Esto es una nueva puerta a otras grandes historias que continúen con los asesinos y templarios. Es por eso que hay que continuar explorando estas entregas para ver a dónde nos llevan.
Volviendo al final de las misiones de Odín, quien nos dejó con algunas incógnitas; volveremos a la era mitológica gracias a nuestros amigos de Ubisoft Latinoamérica; quienes nos han provisto de una copia del juego para poder reseñarlo. ¿Esta expansión vale la pena? Nosotros creemos que sí.
¿Cómo acceder a este contenido?
Antes de comenzar, esta reseña no incluirá ningún spoiler de la trama principal; esto para que tengan una mejor experiencia a la hora de ir avanzando en la historia del juego. Es recomendable jugar este contenido una vez que poseas un nivel de 340. Si no tienes este nivel, recibirás temporalmente un elixir de boost que solo podrá ser usado en esta expansión.
Por otro lado, si eres un nuevo jugador que quiere solo descubrir esta experiencia mitológica; también puedes acceder al contenido desde “nuevo juego” pero esta opción limitará tu viaje a “Svartalfheim” para poder acceder solo a esta historia.
Enfrentando a nuestro destino
Una vez que accedemos a las visiones de Odín a través de las pociones de Valka; la historia nos sitúa tiempo después del enfrentamiento que tuvimos con Loki. Ahora nos encontramos en Svartalfheim, la tierra de los enanos. Odín junto a su esposa Frigg se encuentran en la búsqueda de su amado hijo Baldr; secuestrado por el señor de la guerra de Muspelheim, Surtr.
No lo sabemos, pero esta búsqueda nos conducirá al Ragnarök, antes de eso; tendremos que afrontar una serie de pruebas. Como el primer enfrentamiento con el señor de la guerra, donde salimos malheridos. Afortunadamente, unos enanos nos rescatan para solicitar nuestra ayuda. Pues su mundo fue invadido por las fuerzas de Muspelheim y Jotunheim.
Esta es la parte que más me agradó del juego; la argumental. Porque vemos a un Odín egoísta que solo quiere rescatar a su hijo sin importar lo que le sucedan a los demás. Pero, ¿quién no lo sería por un hijo? La evolución que tiene el personaje es una de las mejores, pues podremos encontrar un poco de bondad en su corazón al aceptar a ayudar a este pueblo.
Y es que el pensamiento de Havi va cambiando conforme avanzamos en la historia ya que él ve como los enanos se han escondido en refugios para intentar sobrevivir. A lo largo del juego, leeremos un par de documentos y nos toparemos con grandes historias que nos contarán la grandeza de Svartalfheim. Una vez que nos damos cuenta que no podemos ir a la guerra sin preparación y aceptamos la ayuda de los enanos; es aquí donde inicia la verdadera aventura.
Una jugabilidad renovada
Una de las novedades de esta entrega es que el sistema de juego ha sido renovado. En el aspecto jugable todo sigue igual, la diferencia es que ahora contaremos con un brazalete que nos fue otorgado por los enanos. Este brazalete se llama Hugr-Rip y nos permite absorber la esencia de nuestros enemigos.
Los enemigos que poseen un poder, son marcados con un ícono sobre ellos. Hay cinco de ellos los cuales son:
El poder de Muspelheim nos permite caminar por la lava y camuflajearnos ante el enemigo, siempre y cuando no ataquemos a nadie. Con el poder del cuervo podremos transformarnos en un cuervo albino y podremos volar hacia puntos elevados. El poder del resurgimiento te permite resucitar a los enemigos y que formen parte de tus aliados. Con el poder de Jotunheim podrás teletransportarte a lugares de corta distancia. Por último, el poder de Invierno te permitirá congelar a tus enemigos.
Usar estos poderes requieren de Hugr, cada vez que usas una habilidad una barra se irá consumiendo. Esta esencia podrás volver a llenarla al eliminar enemigos. También puedes obtenerla de unas plantas llamadas Hugr Blooms y de unos santuarios de Yggdrasil; solo que en estos deberás de sacrificar una porción de tu salud para volver a llenarte de Hugr.
A todos estos nuevos poderes se le suman nuevas técnicas al árbol de habilidades así como nuevos escritos que encontraremos en todo Svartalfheim. Eso no es todo, pues ahora podremos darle divinidad a nuestra armadura y armas, pero requerimos de nuevos materiales.
También podremos mejorar nuestro brazalete. Al comienzo solo tendremos dos ranuras para los poderes pero podremos añadir más conforme lo vayamos mejorando.
Más de lo mismo, pero no es del todo malo
Este juego se siente como lo que es, una expansión. No busca ofrecer algo más novedoso salvo las nuevas mecánicas. Eso no es del todo malo pero siento que se desaprovecho una oportunidad para intentar ofrecer algo todavía más innovador.
Svartalfheim cuenta con 4 locaciones; cada una con sus propios tesoros, misterios y artefactos. Las misiones secundarias nos llevarán a conocer más acerca de la vida de los enanos, ya sea que nos cuenten un poco de su pasado o que nos soliciten su ayuda. También hay otras que son grandes referencias a la cultura popular como una del Señor de los Anillos, una belleza.
Algo que no me agrado fue que vuelven las zonas malditas. Para los que no las conocen, son zonas que están corrompidas por una maldición que se romperá una vez que destruyas un artefacto maldito. La diferencia es que aquí tendrás que destruir varios artefactos en una zona específica para dispersar la maldición. No digo que no sean entretenidas, pero son de las cosas que siento debieron cambiar. Personalmente hubiera preferido más eventos de mundo; a mi parecer, lo mejor de todo el juego.
Aspectos técnicos
Visualmente sabemos que el juego no posee gráficos fotorrealistas al nivel de un Horizon Forbidden West. Pero donde brilla es en su apartado artístico. A diferencia de las expansiones de La Ira de los Druidas o El Asedio de París, aquí si se ve una diferencia arquitectónica abismal. Ver las enormes estatuas y edificaciones de los enanos a distancia, te hace sentir estar en un mundo enorme.
Desde el momento en que el título del juego aparece en pantalla, sabes que te espera una gran aventura con esas islas voladoras que se ven al fondo; así como las enormes raíces del árbol de la vida. El diseño de los personajes, de los aldeanos, de las nuevas armaduras, todo está perfectamente diseñado y te sumergen en una verdadera experiencia mitológica.
Sobre el apartado técnico. En esta ocasión jugamos esta expansión en el PlayStation 4 Pro y podemos decir que el juego corre bastante bien a 30 FPS estables. Algo que notamos es que hay algunas texturas que no cargaban. Algo similar sucede con el dibujado de lejos que se notan las edificaciones sin ninguna textura. Esto no arruina tu experiencia pero son errores que están presentes.
Po último, en el aspecto sonoro, hay algunas nuevas melodías de fondo. Lamentablemente hay otras que siguen presentes; como cuando atacas un asentamiento enemigo, es la misma melodía de siempre y en ese aspecto, hubiera sido bueno haberla cambiado por otra más épica. Sobre el doblaje, lo seguimos jugando en su idioma original y Magnus Brunn vuelve como Odín así como otros grandes actores.
Conclusión
No hay duda de que Assassin’s Creed Valhalla se convirtió en el mejor juego de esta última trilogía. No solo nos presentó una conexión con lo que le sucedió a Desmon Miles en 2012. El juego ha servido para darle respuesta a algunas incógnitas.
Si bien Dawn of Ragnarök nos presenta una historia que te atrapa desde el comienzo y que nos muestra más acerca de estas deidades, tiene algunas fallas, en especial porque pudieron ser más ambiciosos argumentalmente hablando. Ver el basto y surrealista mundo de Svartalfheim es cautivante y en ocasiones las postales pueden robarte el aliento. ¿Vale la pena? ¡Claro que sí! Esta expansión te ofrece de 30 a 40 horas más de juego, siempre y cuando optes por realizar todas las actividades.
Tal vez Assassin’s Creed dejó atrás lo que solía ser; un referente histórico que lo combinaba con ficción, pero el rumbo que está tomando no es tan malo. Al final, todos los elementos mitológicos asociados al Ragnarök están aquí. Si has seguido a Eivor desde el comienzo de esta aventura a través de todas sus expansiones; Assassin’s Creed Valhalla: Dawn of Ragnarök es una buena despedida a la vida de un personaje que se ganó el cariño de muchos jugadores y que sin duda extrañaremos mucho.
Agradecemos a Ubisoft Latinoamérica el habernos proporcionado un código del juego para poder realizar esta reseña.
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