Reseña: Ratchet & Clank: Rift Apart
En calidad, estamos ante una dimensión aparte
Desde antes de la salida de PlayStation 5, Ratchet & Clank: Rift Apart -o en español, Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte, fue promocionado como uno de los grandes títulos de inicio para esta consola.
Lamentablemente, no fue posible jugar el título de Insomniac Games desde el día de 1 de la plataforma. Pero eso ya es historia, pues unos cuantos meses más tarde, ya lo tenemos entre nosotros. ¿Valió la pena al espera? Veamos.
¡A salvar las dimensiones!
El juego inicia con nuestros héroes, Ratchet y Clank, a punto de ser festejados como lo que son: todos unos héroes de época. Aprovechando el marco de la celebración, Clank preparó un dispositivo muy especial -y clave en el juego- para regalarle a su amigo Ratchet: el control del Dimensionador.
Con este aparato, finalmente Ratchet podrá viajar a otras dimensiones para conocer a otros de su especie, los Lombax. Lamentablemente, en plena fiesta se nos aparece el malvado Doctor Nefarious, quien termina llevándose el Dimensionador provocando toda clase de caos, lo que a su vez es el detonador de esta esta aventura interdimensional en la que, entre otras cosas, muy pronto conoceremos a Rivet, una Lombax de color púrpura que habita en otra dimensión, así como a otros personajes con personalidades muy marcadas.
La historia del título se nos va contando a través de diferentes cinemáticas, mostrándonos una calidad impresionante, misma de la que hablaremos un poco más adelante. Algo que quiero dejar muy claro antes de continuar, es que no se trata de un juego con exceso de video y muy poco gameplay.
En su lugar, me parece que el equipo de Insomniac encontró un balance muy bueno entre cinemáticas y áreas jugables, con las primeras sirviendo muy bien de hilo conductor, y las últimas predominando ampliamente. Vamos, estamos ante un videojuego como tal, y no uno que más bien parezca una película con uno que otro input.
Sobre la trama, debo decir que quedé gratamente sorprendido. No es una historia compleja ni con temas demasiado densos, pero sí una muy bien contada, con giros inesperados, momentos graciosos, así como otros de reflexión, siempre con una gran cuidado de los tiempos y notable trabajo de voz, tanto en inglés como en el doblaje al español latinoamericano.
Te enamoras por lo que ves, te quedas por lo que juegas
Aunque para mi la calidad gráfica de un juego siempre pasará por lo menos a un segundo término (antes me fijo en la jugabilidad, por ejemplo), lo que aquí tenemos a nivel visual es una brutalidad, y me parecería una falta de respeto a los desarrolladores no decirlo.
Pese a que es muy fácil notar lo pulido de este apartado en cada tráiler, al grado de parecer una película de animación de Pixar, Ilumination, Dreamworks o quien me digan, verlo correr ya en tu PlayStation 5 y en una pantalla que aproveche las características de la consola, es cosa aparte.
Por suerte, la caricia de las retinas no se queda en bonitas cinemáticas, sino que las transiciones entre las mismas y el tiempo de jugar se siente tan natural, que es para resaltar, pues el juego se ve igual de bien en todo momento. Y si esto es hoy, ya quiero ver lo que Insomniac y otros estudios nos entregarán en un futuro.
Otra gran noticia, es que no estamos solo ante una cara bonita, ya que Ratchet & Clank: Rift Apart ofrece una jugabilidad bastante pulida en términos generales.
Lo que más hacemos durante toda nuestra aventura es disparar, y por fortuna se trata de una mecánica que siempre funciona.
Algo que abona demasiado a la experiencia, es la variedad de armas, ya que aunque todas son esencialmente pistolas (y nuestro fiel y bastante útil martillo), cada una ofrece una variante que la hace única, dependiendo no solo de su rango de alcance, poder o velocidad de disparo, sino del tipo de “munición”.
Entre la amplia selección de pistolas, tenemos las que lanzan disparos sencillos, disparos múltiples, rayos que congelan a los enemigos, bombas, en fin. Aquí mi recomendación es probar la mayor cantidad posible de armas, las cuales por cierto vamos comprando con la moneda dentro del juego. Ya que tengamos nuestro set de armas ideales, podemos mejorar sus estadísticas y así volverlas aún más útiles y combinar su uso como mejor nos acomode.
Dejando de lado la parte de los disparos, nos encontramos con secciones en las que deberemos correr por paredes, balancearnos para alcanzar áreas más lejanas, partes en las que tendremos que recorrer trayectos a gran velocidad -ya sea a pie o a bordo de una criatura-, otras en las que estaremos volando sobre una especie de dragón, además de algunos puzzles. En resumen, contamos con la suficiente variedad como para no caer en la monotonía.
Otra mecánica esencial, es la de ingresar a portales que nos acercan a ciertas áreas del mismo nivel. Nada más tenemos que lanzar una especie de hookshot, y este nos impulsa hacia otra área, en una acción que al principio puede desorientarnos un poco, pero rápidamente se vuelve por sí sola una “arma” o “herramienta” bastante útil, sobre todo en las peleas contra muchos enemigos, permitiéndonos escapar de situaciones críticas en un segundo, o incluso menos.
Pero si en lo visual no tengo “peros”, en la jugabilidad sí. Y aunque podría encajar como “pecata minuta”, hay secciones en las que el plataformeo ocasiona muertes muy tontas, fácilmente evitables si el juego no fuera tan poco permisivo con los saltos entre plataformas. Igualmente, habría venido bien un mejor diseño de algunas secciones muy puntuales de ciertos niveles, de tal forma que nos facilitará ver las distancias, y así calcular adecuadamente los brincos.
Presumiendo el músculo de PlayStation 5
Gran parte de la campaña de mercadotecnia del juego, se centró en dejarnos claro que estábamos ante un juego de nueva generación, principalmente mostrándonos la rápida carga de niveles.
Con satisfacción, puedo decirles que el hype es real. Aunque al principio pareciera que los desarrolladores tenían como misión mostrarnos la inmediatez con la que podemos cambiar de escenarios -igual y sí-, conforme avanzamos vemos que se trata de una mecánica de juego implementada orgánicamente, y no solo para alardear.
De esta manera, habrá ocasiones en las que nos vemos obligados a cambiar constantemente entre dimensiones para llegar hasta nuestro objetivo, con lo cual avanzamos en la trama de juego al mismo tiempo que aprovechamos el poder de la consola, cargando escenarios muy distintos entre sí de manera extremadamente veloz.
Continuando con el uso de las características únicas de la máquina de Sony, pasemos al DualSense, donde tenemos resultados mixtos. En el extremo positivo tenemos la vibración háptica, la cual nos permite percibir toda clase de momentos, desde diferentes impactos de los disparos, pasando por los despegues de las naves o ir caminando por diferentes superficies, hasta estar muy cerca de la música en un antro y “sentirla”, o cuando el personaje está tecleando, por mencionar algunos ejemplos.
En cuanto a los gatillos adaptativos se refiere, estos nos presentan resistencia al momento de disparar, dándonos un disparo secundario según qué tan profunda presionemos R2, agregando una buena dosis de inmersión. Sin embargo, siento que se pudo jugar un poco más con esta función. No está mal, pero pudo ser mejor. Ah, y si esto de la “adaptatividad” no te gusta, siempre podrás cambiar la configuración de “experiencial” a “funcional”, para una tener un control más tradicional.
De regreso a esta dimensión
Dejando de lado la parte exquisita que cada uno podamos tener con los detalles, y recordando que cada reseña está hecha con la subjetividad de la experiencia de juego de quien la realiza, hay por lo menos dos puntos que hacen imposible hablar de un juego perfecto.
Por un lado, tenemos la parte musical, que sin duda es la más descuidada de todo el título. Habiéndolo terminado de principio a fin, y disfrutado bastante, puedo decir que no recuerdo una sola canción -ni una-, y eso me parece preocupante, porque habla de una banda sonora que se queda muy corta en relación al resto del juego.
Siguiendo con el rincón de los culpables de que no estemos ante un juego “épico”, nos topamos con las batallas contra los jefes finales. Además de ser relativamente sencillas, la gran mayoría son esencialmente iguales. Si ya te enfrentaste a un boss y lo venciste, el resto serán muy parecidos, con alguna variable como la velocidad o la agresividad con la que nos atacan, pero aquí sí se nota una importante falta de imaginación.
Ya para terminar con lo negativo, algo que pudo terminar arruinándome la experiencia y que no le deseo a nadie: un bug. Literalmente, tuve un solo bug en mis aproximadamente 11 horas de juego que me tomó concluir la aventura, pero fue uno que parecía ser mortal.
Y es que justo al descender de la nave en el planeta final, resulta que la superficie no había cargado, lo que terminaba haciendo que el personaje cayera una y otra vez en un loop infinto, además de que había muy poco tiempo para pausar entre una y otra muerte. Lo que hice, fue regresar al área anterior, aunque esto acabó siendo inútil. Después, cerré el juego, lo reinicié, y justo en la cinemática previa a esa parte, se crashee. Volví a reiniciar, y ahora sí ya pude jugar. Pero el mar sabor de boca y el susto de pensar que no podría acceder al final, nadie me los quita.
Para los que buscan rejugabilidad más allá de la recolección de los clásicos trofeos de PlayStation, él juego nos ofrece varios ítems coleccionables escondidos en los escenarios, áreas ocultas además de algunas misiones secundarias.
Conclusión
Aquí me interesé, me divertí, disfruté, me emocioné y hasta reí, reacciones que uno podría esperar de todo juego. Pero además, me sorprendí con la demostración de las posibilidades de la ya actual generación de consolas, esperando no solo ver lo siguiente de Insomniac Games, sino de otros estudios capaces, que los hay, de demostrarnos los valores agregados de las nuevas plataformas para desquitar nuestra nada económica inversión.
En líneas generales, pienso que Ratchet & Clank: Rift Apart pasará a la historia más por ser uno de los primeros títulos en mostrarnos muy bien de lo que PlayStation 5 puede hacer, que por ser memorable de pies a cabeza. No es perfecto, pero sí una experiencia muy grata que hoy día puede ser considerada parte de la canasta básica de esta consola, quizá candidato a juego del año, y en una de esas, de lo mejor que veremos en toda la vida de esta plataforma.