Reseña: Days Gone

Published

6 años ago

mayo 2, 2019

Furia en dos ruedas contra los zombies.

Es de aplaudir que a estas alturas de la vida, una empresa grande se entusiasme a soltar sus cartas para impulsar una nueva IP. Este es el caso de Sony, quien presenta como exclusiva el anticipado Days Gone, mismo que había sido anunciado desde 2015. ¿Cuatro años después, la espera valió la pena?

En Days Gone tomas el papel de Deacon, un forajido que ha visto atrás sus mejores días y que ahora, se ha vuelto un caza recompensas en un mundo devastado por un virus que acabó con la mitad de la población, dos años antes. Junto a tu amigo, Boozer, deberás ir descubriendo los misterios que oculta NERO, la organización encargada de analizar la pandemia desatada. De igual forma, tu misión será conocer la verdad sobre lo ocurrido con tu esposa, quien fue llevada a un campamento de NERO tras haber sido herida.

Days Gone presenta una mezcolanza interesante entre acción, sigilo y survival horror. El sigilo está muy bien llevado, ideal para los que tengan la paciencia suficiente, con los distractores de siempre y los ataques sorpresa. En ocasiones es mejor correr o volver camuflar en el entorno a enfrentarte una muerte segura, ya sea contra los freakers o facciones enemigas.

La presentación gráfica es súblime, de lo mejor que ha ofrecido la actual generación en efectos visuales. Sobresalen sus detallados efectos de iluminación, fuego y agua, así como el altísimo nivel de expresión de los personajes. Los ambientes son el típico cliché de mundo post apocalíptico en paleta de tonalidades frías, aunque están bien logradas y hay muchísimos detalles por explorar (cuando logras zafarte de la continuidad de misiones obligatorias).

En ocasiones hay bugs bastante jocosos, como ver a la cabeza de Deacon atorada en una tienda de campaña o tu moto completamente parada a 90º. Pero nada de esto afecta la misión principal.

Aunque el mundo es grande, en general se siente muy vacío, realmente con pocas distracciones atractivas. Más allá de quemar los “nidos” de freakers, atracar campamentos enemigos o conseguir items, no encontrarás más que un largo camino a tu siguiente punto.

El combate melee es excelente, quizá la segunda característica más sobresaliente del título. Es ágil, sencillo y en la gran mayoría de los encuentros, preferirás utilizar hachas, bats o el cuchillo para acribillar a tus enemigos. Pero ten cuidado, estas herramientas tienen una vida útil y tras determinado uso, les dirás adiós.

Uno de los atractivos que presume el juego, es el uso de la motocicleta como único medio de transporte. Por fortuna, el manejo está bien balanceado hacia tu necesidad. Hay algunas toscas que no son tan sencillas de controlar u otras veloces pero que perderán más rápido el combustible. La conducción es buena, aunque encontrarás caminos bastante problemáticos si no tienes las mejoras necesarias en tu vehículo.

El mayor problema del juego no son los bugs como muchos gamers alegan. Es en general su falta de identidad lo que convierte al juego en una oferta poco atractiva, en especial para aquellos que esperan una historia envolvente. Se busca que cada escena tenga una carga dramática pero sin un planteamiento decente de personaje o situaciones interesantes, el resultado es nulo.

Gran parte del gameplay, es tomado de títulos como Far Cry, The Last Of Us y The Witcher. Ciertos elementos funcionan para alimentar una buena estrategia, como cuidar el combustible de tu vehículo, mejorar tu armamento y planificar el uso de items. El problema llega cuando su poca intuitiva interfaz, llega al ataque, pues en ocasiones el mismo juego ni siquiera se toma la molestia de explicarte ciertas acciones, como la mejora de las motocicletas o de las nuevas habilidades (algunas de ellas, sin explicación del como un soldado retirado podría tener semejantes poderes).

Hay un buen juego en las bases de Days Gone, lleno de acción y momentos tensos donde debes enfrentar hordas de zombies, en su mayoría estando desprotegido y con algunas mecánicas interesantes de supervivencia. Sin embargo, la repetición constante de misiones, su interfaz poco intuitiva y la falta de empatía en general al relato, sofocan las altas expectativas que ofrece. Si ustedes solo quieren pasear en moto y disparar a todo lo que se mueva sin pensar de más, ésta es la opción para ustedes.