Crítica: Hellboy (2019)

Llega una nueva película de Hellboy que se une al infierno de los malos reboots en el cine de los cómics

Un personaje que se ganó el gran cariño de los mexicanos en la década pasada, fue Hellboy, llevado a la pantalla grande en dos ocasiones por el aclamado Guillermo del Toro quien por supuesto lo impregnó con un sello muy distintivo.

A once años de la segunda película, llega un nuevo reboot de la franquicia, dirigido por Neil Marshall y con las actuaciones de David Harbour, Milla Jovovich y e Ian McShane.

El nuevo comienzo del chico rojo

Hellboy es el mejor agente del Bureau for Paranormal Research and Defense en Estados Unidos. Bajo la tutela de su padre adoptivo, el legendario asesino Trevor Bruttenholm, es encomendado a una misión en Inglaterra para acabar con unos gigantes.

Sin embargo, todo es una trampa y ahora Hellboy deberá frenar la amenaza de Nimue, la Reina de la Sangre, quien a pesar de haber sido asesinada siglos atrás por el Rey Arturo con el filo de la Excalibur ha vuelto y planea tomar venganza contra Inglaterra.

Entre sus virtudes está la excelente actuación de David Harbour como el protagonista. Simpático, violento y en ocasiones conmovedor, es una representación digna aunque por momentos decaiga en el capricho adolescente.

La caída precipitada de un anti héroe

No es culpa de Harbour los errores de su personaje, sino de la indecisa dirección de cómo establecer al antihéroe. Milla Jovovich interpreta a la clásica villana de tinte shakesperiano, hermosa, letal y llena de reflexiones sobre la decadencia humana. Es una figura imponente aunque también recae en el cliché de ser inexpresiva gran parte de sus intervenciones.

El soundtrack es joya, entre clásicos de Alice Cooper, Mötley Crüe y hasta de Muse, que acompaña el plano secuencia más impresionante de todo el filme. También en ciertas escenas abusa del recurso, que más allá de usar el rock para reforzar la acción, funge para cubrir su vacía narrativa.

Entre espectaculares secuencias de acción y diálogos babosos, sobre explotan demasiado el gore y la violencia extrema, al punto de retratarlo como su mayor virtud. “¡Miren, somos clasificación C!”. En momentos es agradable, pero después del villano cercenado #760, pierde todo impacto posible para caer en la monotonía. Este es un excelente referente para diferenciar al artista del artesano.

El pasado contra el futuro de la franquicia

Mientras que la obra de Del Toro es franca, encantadora, con una atmósfera bien definida, efectos especiales prácticos y personajes memorables como Liz Sherman y Abe Sapien, esta nueva versión parece un vil producto en su búsqueda de encajar en el mundo del hype actual por el cine de cómics.

Un universo que no sabe plantearse entre sus orígenes de la fuente o improvisar una trama de lo más absurda (tal cual, como Marvel). Hasta llegan al mismo atrevimiento de incluir dos escenas post créditos, con la esperanza de filmar varias secuelas.

Y aunque las comparativas son injustas, es inevitable no hacerlas cuando se tiene un precedente superior en todo aspecto. Al final, termina en un revoltijo de sus propias incoherencias, con un origen demasiado idiota con el único propósito de complacer su predecible trama.

Conclusión

En su pretensión de crear un argumento más elaborado, dejaron una línea absurda donde se encuentran soluciones solo por necesidad y no por construcción. Sus nuevos patiños son desabridos, sin que deseemos verlos más tiempo en pantalla.

A favor tiene que es bastante entretenida, ya sea porque la acción es buena o por humorismo involuntario dirigido por Enrique Segoviano. A los fans más hardcore les dará urticaria ver esta película. A los ocasionales, les resultará buen entretenimiento. Ustedes deciden de qué grupo son.

Eso sí, Milla no te merecemos. Eres la auténtica Reina de la Sangre: inmortal.

Título: Hellboy (2019)

Director: Neil Marshall

Reparto: David Harbour, Ian McShane, Milla Jovovich

Género: Acción, Fantasía, Ciencia ficción

Estreno: 12 de abril del 2019