Reseña: Mutant Year Zero: Road to Eden
Una buena propuesta de estrategia por turnos que termina por quedarse corta.
Para cerrar un 2018 de intensa actividad en cuanto a lanzamientos, el estudio The Bearded Ladies Consulting presenta Mutant Year Zero: Road to Eden bajo una interesante propuesta de estrategia por turnos y exploración. ¿Valdrá la pena? Descúbrelo en esta reseña.
Fue a principios de año que se presentó un peculiar videojuego al estilo XCOM protagonizado por mutantes en un mundo desolado. El tiempo transcurrió, y hoy finalmente este título está disponible con una sensación mixta después de varias horas de juego.
Una interesante premisa que pasa a segundo plano
Para iniciar, hablemos sobre la historia. En esta estaremos dentro de un escenario post-apocalíptico en donde la humanidad tal y como la conocemos llegó a su final, dando paso a unos seres con mutaciones divididos en ‘buenos’ y ‘malos’. Los ‘buenos’ se encuentran refugiados en un sitio llamado El Arca, mientras que los ‘malos’ merodean los alrededores.
Es aquí en donde comienza la aventura estando al mando de Dux y Bormin, un pato y un jabalí que funcionan como recolectores de recursos dentro de El Arca siendo encomendados a una misión de rescate, mientras en el camino encontraremos diversas pistas acerca de un sitio conocido como El Edén en donde habría todo tipo de recursos y más ‘sobrevivientes’ del mundo que fue destruido por factores como el cambio climático, ataques nucleares y una plaga.
La historia en principio suena bien, lamentablemente esta se pierde y es enviada rápidamente a un segundo plano. Temas como las motivaciones de los ‘malos’ son apenas tocadas y los pocos detalles que se van conociendo acerca de lo que en realidad pasó en el mundo, son tibiamente tocados en una serie de documentos que encontramos en el camino.
Elementos como El Arca y la creación de esta o el papel de los recolectores, podrían haber sido más explicados, pero no funciona así, dando un sentimiento vacío en la trama, la cual levanta hacia el final siendo esta parte de lo más rescatable en cuanto a la historia.
Hablando de los personajes. Tanto Dux como Bormin funcionan de buena manera en conjunto. Sus interacciones son divertidas con diálogos amenos. Durante la aventura nos encontraremos otros personajes que se unirán a nuestro equipo para complementarnos.
Debo confesar, que en un principio es extraño el humor que Dux y Bormin manejan; sin embargo, conforme avanzan los diálogos terminan siendo personajes agradables. El resto de los integrantes del equipo tienen sus momentos, pero sin llegar a ser destacados.
Exploración y estrategia: la clave de Mutant Zero Year
En temas de jugabilidad, Mutant Year Zero: Road to Eden se siente como un híbrido entre Diablo y XCOM, tomando la exploración del primero y el combate del segundo.
Desde el principio y hasta el final, la exploración será parte importante en el desarrollo. Aquí podremos explorar casas, vehículos y edificios en búsqueda de recursos como chatarra y partes de armas, las cuales nos servirán en El Arca para mejorar nuestro armamento.
Durante las primeras horas explorar será ‘algo’ entretenido por los recursos que vamos recolectando, pero después de un tiempo, esta llega a ser tediosa y muy aburrida, sobre todo porque los recursos escasean encontrándome por momentos perdiendo varios minutos revisando cada rincón de un lugar sin que al final haya algo que recompense el tiempo invertido en la búsqueda.
Pasando al sistema de combate, Mutant Year Zero es un juego de mucha estrategia. Las batallas deben ser pensadas a conciencia teniendo la posibilidad de actuar de manera sigilosa emboscando a los enemigos y eliminarlos uno por uno o en un accionar más frontal.
El menú dentro de la batalla será de dos puntos de acciones principales, destacando que disparar ocupará estas dos acciones que tienes disponibles, mientras que recargar tu arma o moverte hará uso de un punto por lo que debes pensar muy bien cada movimiento.
Dentro de las batallas, el uso de las coberturas será clave, aunque estas llegan a funcionar de maneras muy extrañas. Por ejemplo, en cierto punto me cubría detrás de una camioneta y del otro lado de esta estaba un enemigo. Al intentar disparar salía un mensaje que era imposible hacer esto porque estaba un obstáculo en medio; sin embargo, el rival fácilmente disparaba a través de la camioneta como si ahí no hubiera ninguna clase de cobertura.
En este punto, debo dejar en claro que los combates en Mutant Year Zero fueron altamente frustrantes para mí. Al ser un jugador con poca experiencia en este género, batallé demasiado para poder acabar con los enemigos. Por lo que, si eres un jugador impaciente o con poco conocimiento de este tipo de títulos, ve preparándote para pasar muchas horas de enojos, pues la dificultad es poco amigable para jugadores casuales o que buscan una primera experiencia en el mundo de los juegos de estrategia por turnos.
Para ponerle frente a los adversarios tendremos a nuestra disposición una serie de armas variadas que van desde una ballesta, una escopeta o una especie de lanzacohetes, los cuales iremos encontrando en nuestro camino y que podremos potenciar en El Arca, esto claro, a cambio de chatarra con costos que pueden llegar a ser muy elevados.
Asimismo, cada mutante tiene un árbol de habilidades en donde desbloquearemos detalles como la posibilidad de que Dux vuele o que Bormin pueda envestir a los rivales. Estos desbloqueos son mediante puntos que se obtienen al subir cada nivel.
Gran representación del mundo con detalles de monotonía
En temas técnicos, Mutant Year Zero tiene una buena presentación gráfica. El trabajo en cuanto a escenarios y personajes es muy bueno. A destacar una especie de cinemáticas que aparecen durante la historia que son altamente agradables a la vista. Temas como la cámara funcionan bien y no interfieren mientras combatimos o exploramos.
Un punto demasiado negativo va en el aspecto del sonido. Acá hay varias fallas que resultan molestas a lo largo de todo el juego. Para comenzar, tanto en la exploración como en el combate no existen más de dos pistas musicales repitiéndose las mismas una y otra vez, las cuales tras un tiempo son cansadas. Otro punto que el sonido se corta en cada momento. Entras a un escenario nuevo y existe una especie de corte, en principio pensando que eran mis audífonos, pero después dándome cuenta que es un fallo del juego que es increíble que se les haya pasado a los desarrolladores, pues este está presente desde el principio.
Un mutante que tiene cosas buenas y malas
En conclusión, Mutant Year Zero: Road to Eden es un juego con una buena propuesta para los juegos de estrategia por turnos, pero que se queda corto. Tiene detalles rescatables como la presentación gráfica, los combates y los personajes sin que estos lleguen a rescatar del todo a fallos como la historia o los molestos tropiezos en el sonido.
Título: Mutant Zero Year: Road to Eden
Desarrolla: The Bearded Ladies Consulting
Publica: Funcom
Género: Juego de estrategia por turnos (TBS), RPG
Plataforma: PC, PlayStation 4 y Xbox One (incluido dentro del catálogo de Xbox Game Pass)
Estreno: 4 de diciembre de 2018