La mítica “ciudad de los dioses”, Teotihuacán, fue el punto de encuentro para el Force Fest 2018, un evento que dejara una experiencia inolvidable. Para bien o para mal.
Corresponsales: Edgar Hurtado, Karla Gómez y Carlos Miranda
Los días 6 y 7 de octubre se realizó esta gran celebración de metal que prometía ser uno de los principales eventos musicales del 2018. El lugar elegido fue el Club de Golf Teotihuacán, el cual se vistió con varias atracciones y escenarios, además de que todas las bandas invitadas desplegaron su poder para calentar al público presente.
Entre las diversas zonas que los organizadores prepararon, podías encontrar los servicios básicos como zonas de comida, baños, pero también juegos mecánicos y hasta una villa vikinga que hizo gala de combates, shows de música tradicional y vendimia.
En los diversos escenarios podías encontrar distintos subgéneros del metal, donde el protagonismo de las bandas fue bien repartida entre todas las locaciones. Bandas como P.O.D., Pestilence, Transmetal y Bush sirvieron de tentempié el día sábado para cerrar con los nombres principales de la primer velada: Stone Temple Pilots, NOFX, Alice in Chains y, por supuesto, System of a Down.
Y es que realmente las bandas fueron lo que salvó el festival, ya que, a pesar de las inclemencias o la mala logística que se tuvo, ninguna de ellas dejó caer los ánimos y nos regalaron momentos mágicos.
Claro ejemplo fue la presentación de P.O.D., a quien le tocó el prender de nuevo todo el festival el primer día, justo después de la fuerte lluvia, por lo cual, a pesar de tan titánica misión, lograron despertar a la gente que, sin importar el lodo y el cansancio, brincaron y cantaron al ritmo de “Boom!” y “Youth of the Nation”.
Otra banda que dejó gratos recuerdos es sin duda Transmetal, quienes, a pesar de haber estado en uno de los escenarios más lejanos de la actividad, su presencia, y, sobre todo, historia dentro del metal mexicano, hicieron valer su música y poder ante un público que nunca dejó de cantar sus canciones, e incluso armar el moshpit, sin importar la lluvia que arreciaba en esos momentos con toda la tradición de clásicos como “El Infierno de Dante” o “Killers”.
La gran cereza del pastel y lo que salvó el primer día, fue sin duda la triada de Stone Temple Pilots, Alice in Chains y System of a Down, que, como grandes bandas internacionales se portaron a la altura de su música e historia y nos regalaron momentos verdaderamente inolvidables. Desde tener a Jeff Gutt como el flamante nuevo vocalista de STP, regresar a lo poco que nos queda de grunge con Alice in Chains y terminar con System of a Down y su brutal recital, todo esto nos dejó con ganas de más a pesar de lo sucedido.
Si bien para el domingo el cartel sufrió algunos percances, Anthrax y los icónicos miembros de Slayer llegaron al rescate para cerrar con broche de oro a un accidentado Force Fest 2018.
Aún cuando la energía de las bandas, el público y la producción en los escenarios salvaron una experiencia que pudo terminar de manera catastrófica, es importante hacer una buena lectura de todos los pormenores que ofreció (o no) el evento a sus asistentes.
En primer lugar, la producción (¡mucho fuego presente!) ayudó a levantar los ánimos de la gente, mientras que la otra parte del trabajo lo lograron los grupos al conectar con sus fans. El audio por momentos tuvo bajas de calidad, mala nivelación de volúmenes y los típicos desperfectos de este tipo de festivales, pero en su generalidad y para los momentos cumbre, cumplió.
Un enorme motivo de queja entre los asistentes, fue la mala organización en ambos días al momento del acceso. Sin importar el tipo de boleto que tuvieras, seguramente esperarías no menos de una hora para acceder al sitio, sin contar el tiempo que ya habías gastado en el tráfico.
Llegó un punto que de la desesperación, toda la gente quería aplicar el “portazo” e hicieron aún más complicada la entrada. Al final, el staff de acceso no se dio abasto con la cantidad de gente y podías pasar sin boleto.
Existían pocos baños para la cantidad de gente que había y la distancia a recorrer era considerable para llegar a ellos. Es evidente que no los puedes colocar al centro del lugar, pero considerar más módulos hubiera sido buena idea.
Sin embargo, lo peor que pudo pasarle al Force Fest 2018 fueron las cancelaciones de las bandas. Muchos de los headliners optaron por no participar en el evento por diversos motivos. Según sus redes sociales oficiales, problemas contractuales, de logística o las condiciones para llevar a cabo el show no se veían cumplidas y resueltas, por lo que no se presentaron.
Bandas que la gente iba a ver con ilusión no tocaron: Exodus, Senses Fail, DevilDriver, Testament, Lamb of God y Rob Zombie fueron personajes que decidieron no asistir. Además del enojo y frustración que causa esto por sí mismo, la comunicación por parte de los organizadores fue fatal, por no decir inexistente.
Estando ya en el evento, no te enterabas de los cambios en los horarios hasta que estabas ilusionado en el escenario para ver a tu banda favorita y simplemente salía alguna otra a presentarse. Hasta el momento, desconocemos las verdaderas razones de las cancelaciones, pero eso dejó un muy mal sabor de boca a la mayoría de los presentes.
Finalmente, cabe aclarar que el clima y el lodo que se presentó en el festival no son culpa de los organizadores (obviamente), pero la falta de reacción para mitigar los efectos negativos que esto tendría en la experiencia de los asistentes, hizo que se multiplicara el malestar, las quejas hacia el staff y la compañía detrás del Force Fest 2018.
Imaginen tardar una hora o más para entrar al estacionamiento, cerca de tres para entrar al evento, enterarte que no va a tocar el grupo que ibas a escuchar y para rematar, pasar tres horas mojado en tu auto porque te quedaste atascado en el fango del estacionamiento.
Es por esto que es importante separar un poco las aguas en cuanto a lo que Force Fest 2018 ofreció a los asistentes y lo que se pudo ver empañado por la mala organización y eventos fortuitos que se dieron durante el fin de semana.
A grandes rasgos, un cartel como el planeado tiene mucho potencial porque contiene el tamaño de bandas que muchos queremos ver más seguido en cualquier evento. La producción montada, así como el audio (que aún puede mejorar), ayudan a que la experiencia musical sea muy buena y disfrutes del show de tus artistas favoritos.
Pero, por desgracia, quedó demostrado que en organización, comunicación y capacidad de reacción, al staff y a los organizadores, les queda mucho por mejorar. Esperamos esa mejora sea pronto, porque sino, el Force Fest 2019 no tendrá oportunidad de brillar a la sombra de esta edición.