Reseña: Super Mario Party

El renacer de la fiesta favorita de los jugadores

Habiendo jugado cada Mario Party incluyendo la trilogía original de Nintendo 64 y las entregas para portátiles, puedo decir sin temor a equivocarme que la fiesta de Mario y sus amigos -y rivales- ha venido en un constante declive.

Desde Mario Party 6 -habrá quienes dirán que incluso desde antes-, cada nueva entrega ha lucido más desdibujada que la anterior.

Para gusto de los seguidores de la serie y amantes de pasar un rato de sana diversión con su consola favorita, Super Mario Party rompe con esa tendencia a la baja y se alza como una de las mejores iteraciones de los últimos tiempos.

Un “reboot” justo y necesario

Con Super Mario Party, Nintendo demuestra que no sólo está dispuesto a recuperar a los seguidores que le han ido perdiendo el gusto a esta fiesta. El cuidado puesto en el juego es tal, que fácilmente se puede notar el objetivo es aún mayor.

La introducción al juego es por demás amigable. Luego de una breve discusión por quién es la mejor superestrella (y no de la WWE), situación que da pie al inicio de la madre de todas las fiestas.

Ojalá así fuera en la vida real, ¿no? Que la gente resolviera sus problemas organizando una fiesta.

https://youtu.be/9g-876nvJ1Q

Volviendo al punto, tras la escena introductoria observamos que para este título contamos con un modo Party como tal, el cual como quizás imaginas nos permite jugar en los clásicos tableros.

El Mario Party que seguro conoces, y conoces bien. ¿Recuerdas cuando todo se trataba únicamente de moverte en un tablero (individualmente), juntar monedas -y perderlas-, ganar minijuegos, comprar estrellas, y pasarla bien molestando a tus amigos?

Bienvenido a casa.

No obstante, tenemos novedades interesantes, sobre todo para quienes solamente jugaron los títulos de la serie para Nintendo 64.

Así, por ejemplo, además de lanzar nuestro dado con la posibilidad de obtener un número entre el 1 y el 6, ahora contamos con la posibilidad de irnos haciendo con uno que otro aliado en el camino. Estos aliados nos echarán la mano con un dado adicional, el cual usualmente va del 1 al 3.

Dicho lo anterior, también hay dados que pueden ofrecernos números más grandes, así como también más chicos.

El robo de monedas -y estrellas-, los eventos especiales en cada tablero, las tiendas, todo lo que le dio brillo a la serie está presente, y más, eliminando ciertas características que no eran del agrado de la mayoría y no vale la pena recordar.

Variedad, el nombre del juego

A pesar de que el juego en esencia regresa a su sencillez, eso no significa que el contenido sea escaso.

Para comenzar, la cantidad de minijuegos supera los 80. Cantidad que podría decirse es el “promedio” de la serie. Pero más que cantidad, en esta ocasión la calidad sobresale.

Si había un juego que Nintendo podía aprovechar para demostrarnos cómo sacarle jugo a los Joy-Con, ese es Super Mario Party.

Características como los sensores de movimiento y el HD Rumble son usados de maneras creativas y por supuesto, divertidas. Un minijuego (Sizzling Stakes), por ejemplo, nos pone a sujetar un sartén por el mango (el Joy-Con) a cocinar un trozo de carne, siendo el HD Rumble el que nos indica cuando uno de sus lados ya está cocinado.

En otro (Look Sharp), el objetivo es enfocar al personaje que tenemos en pantalla, lo cual logramos alejando o acercando el control. Uno más (Candy Shakedown), nos pone a agitar un frasco hasta sacar todos los dulces de su interior.

Y la lista sigue y sigue, con cada minijuego aportando lo suyo a la galería de buenas ideas.

Una modalidad bastante interesante es Sound Stage. Una colección de minijuegos con enfoque musical, en los cuales mantener el ritmo es fundamental. Este modo es perfecto para echar una partida de unos 10 minutos con uno o más amigos.

En River Survival, cuatro personajes son los que deben avanzar por un peligroso río hasta llegar a la meta, siendo clave la coordinación y el trabajo en equipo para todos remar en la misma dirección. No señores, no todo es salir de pleito con tus amigos en Super Mario Party.

Finalmente tenemos Toad’s Rec Room, el “clásico” modo de la franquicia en donde encontramos minijuegos “diferentes” y que en realidad no son tan “minis”.

En esta ocasión, para dicha selección nos encontramos con un juego de béisbol minimalista bastante bien pensado y ejecutado; un duelo entre dos jugadores con tanques; un rompecabezas de tamaño gigante; y “Banana Split”, un juego que requiere del uso de dos sistemas Switch para su ejecución, en una idea que como muchas aquí, es simplemente genial.

Una presentación que cumple

Usualmente, la presentación de los juegos de Nintendo es algo que no falla. En esta ocasión, la “norma” se repite (cosa que no sucedió, por ejemplo, en Mario Party 10).

Visualmente todo luce bien. El diseño de los personajes, los tableros y de cada elemento en general que vemos en pantalla es agradable a la vista. Nada excepcional, pero tampoco es que necesite sobresalir en este apartado o dependa en gran medida de ello para entregarnos una buena experiencia.

En cuanto al desempeño, todo corre bastante bien, y no es de sorprender. Nintendo nos tiene acostumbrado a que un 99.99% de sus juegos fluyen como se supone que lo hagan, sin ralentizaciones feas que echen a perder el juego.

Respecto al apartado sonoro, aquí nos quedamos “tablas”. No hay ningún tema que sea memorable, aunque tampoco alguno tema que terminemos por odiar. Simplemente se trata de piezas que funcionan como un buen acompañamiento.

Algo que muchas veces damos por sentado y que Nintendo en lo particular hace ver bastante fácil de hacer, son los menús. Cada uno de ellos muestra perfectamente qué debemos hacer. Desde la introducción a cada tablero como a los minijuegos, la forma correcta de sujetar el Joy-Con, en fin, todo esta explicado de manera sencilla y que cualquiera puede entender.

Lo lamentable

Como todo en la vida, Super Mario Party no es perfecto. De hecho, los más críticos dirán que está lejos de serlo. En esta entrega, los puntos negativos más significativos son tres.

Comenzando con los negritos en el arroz, la cantidad de tableros disponibles es mas bien poca. Estoy hablando de nada más 4 opciones, que en realidad no me parecen muy distintos entre sí.

En segundo lugar nos topamos con las formas de juego. Super Mario Party puede ser disfrutado única y exclusivamente con los Joy-Con de manera individual. Nada de utilizar el grip, y ni qué decir del control pro.

En ese sentido, aunque el modo tabletop sí está disponible permitiéndonos llevar la fiesta a todos lados, el modo portátil como tal no está habilitado. Esto realmente se siente “raro” en un juego de Nintendo, pero así es: o jugamos usando la tele o el modo sobre mesa.

Pero dejamos lo mejor -o lo peor- para el final: el modo en línea.

Lamentablemente esto no es precisamente una novedad cuando se habla de juegos de Nintendo, lo cual no deja de ser triste y debe ser mencionado.

El “Mariotlón” es la única modalidad disponible vía internet, la cual nos brinda la posibilidad de jugar únicamente con 10 minijuegos, los cuales están divididos en 3 listas de juego que cambian constantemente.

Es decir, que además de no poder jugar con completos desconocidos, la variedad de minijuegos que podemos disfrutar es bastante baja y repetitiva. Algo similar al caso de Splatoon 2 y su predecesor al momento de “elegir” escenarios.

Dejando de lado la pobreza de alternativas de juego, lo realmente malo viene cuando la conexión de alguien falla. Si éste es el caso, la partida sufrirá de lag y deberás terminar el minijuego en cámara lenta. ¿Lo peor? Es imposible abandonar una partida. Ah, y tampoco puedes conocer de antemano la calidad de conexión de los oponentes para ver si te conviene o no intentar jugar con ellos.

Una fiesta a la que vale la pena asistir

Super Mario Party tiene sus puntos malos, los cuales para unos pueden ser más inaceptables que para otros, eso es verdad.

A pesar de ello, nada de eso es capaz de opacar la diversión que esta entrega es capaz de traer a la mesa de los dueños de un Nintendo Switch, y por supuesto a la de sus amigos.

La cantidad y variedad de minijuegos, modalidades rápidas como Sound Stage y River Survival, hacen de este un must have para quienes desean compartir la diversión de la consola híbrida con sus amigos.

1-2 Switch tiene sus momentos, pero Super Mario Party es el juego que muchos estábamos esperando. ¡Qué comience la fiesta!

Título: Super Mario Party

Desarrolla: NDcube

Publica: Nintendo

Género: Party

Plataforma: Nintendo Switch

Estreno: 5 de octubre de 2018