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Crítica: Venom

Tom Hardy interpreta a un Venom que recopila toda la historia de este antihéroe en un filme que no malo como decían

Published

6 años ago

octubre 4, 2018

Carlos Miranda

Tom Hardy interpreta a un Venom que recopila toda la historia de este antihéroe en un filme que no es malo como muchos decían.

Desde la llegada de la nueva era de oro del cine de historietas, se ha buscado por parte de los fans de los cómics, que cada una de las películas se apegue casi como una calca a los personajes que se han creado en cada una de las viñetas de las historietas a lo largo de su historia. Es por ello que Venom, como parte de un nuevo universo de Sony para el mundo de Spidey, buscaría llegar a agradar a los seguidores, aunque su punto clave reside en acercarse a nuevos adeptos de un personaje muy peculiar.

Así que el día llegó, y con Venom se tienen muchas sensaciones agridulces. De entrada, a pesar de las malas críticas y recepción que se tuvo en redes sociales, se siente una sobre exageración a lo que se ve en pantalla, ni por algún momento se le pueden comparar con fiascos como cualquiera de las películas de los 4 Fantásticos o Ghost Rider, pero, también es realista y no puede ponerse al nivel de Avengers: Infinity War o Logan.

Venom resulta ser un buen y decente filme de cómics, de entrada lo que se agradece bastante es que se respeten detalles como el origen y debilidades del personaje, sobre todo en el sentido de conocer cómo es que Venom (y demás simbiontes) llegan a la Tierra y cómo es que se adaptan a las condiciones de la misma. Igualmente vemos la debilidad que tienen hacía el fuego o una frecuencia alta de sonido que los debilita.

Justamente, derivado de este punto es que tenemos que Venom agrega un punto sumamente interesante al personaje que lleva con Tom Hardy, quien interpreta al perdedor de Eddie Brock, ya que, como hemos visto a lo largo de la historia del simbionte negro, tanto en los cómics que comparte con Spider-Man, hasta en los que ha tenido en solitario, el huésped es el que le da personalidad y sentimiento al parásito.

Este punto es olvidado por la gente, porque siempre se ha pensado que Venom es el típico villano o antihéroe que es un destructor devorador de personas, y si, lo es, pero también hemos visto historias como Agent Venom, donde el huésped es Flash Thompson y el simbionte se vuelve un soldado sin esa forma grotesca que conocíamos a Venom, o incluso, un claro ejemplo con Carnage que adopta la psique de Cletus Kasady para volverse completamente loco.

Aquí es donde la película tiene uno de sus puntos más interesantes, ya que toma a la perfección esta teoría y vemos como Eddie Brock y Venom tienen un “bromance” derivado de lo que el simbionte aprende del humano y viceversa, mismo vemos reflejado en acciones, comicidad y la forma en que poco a poco se van adaptando entre ellos.

Es aquí donde se nos da una visión muy interesante de lo que es un Venom en el cine y deja muy pero, muy por detrás a la bazofia que tuvimos en Spider-Man 3 de Sam Raimi.

Las escenas de acción que tenemos son buenas con efectos decentes, en algunos puntos si se ve un poco mal el CGI, pero en la gran mayoría, tenemos un buen trabajo en cómo se muestra los simbiontes, dando una copia muy fiel a lo que son en su contraparte del cómic.

Por otro lado, las diversas persecuciones y peleas que se van dando a lo largo de la película también se llevan las palmas, aunque aquí es donde extrañamos realmente que la película no haya sido catalogada para adultos, aunque aún tenemos la esperanza de una versión extendida en su salida para ver en casa.

En cuanto a historia, es uno de sus puntos flacos, ya que en la primera parte tendremos un momento algo pesado en lo que Venom nos presenta el antecedente de Eddie Brock, el origen de Venom y cómo es que todo esto lleva al cruce entre ambos.

Conoceremos al villano en forma de una Corporación llamada Life Foundation, que en el cómic, tuvo mucho revuelo ya que fue el lugar donde laborara Peter Parker para experimentos científicos. En este sentido, el villano principal se muestra como el CEO de esta empresa, Carlton Drake, quien usará cualquier método para cumplir sus ambiciosos proyectos.

Eddie y Venom no están solos, ya que Anne Weying, ex-prometida de Eddie, será pieza clave para esta historia. Lamentablemente, Michelle Williams por momentos no lleva muy bien a cabo el papel, lo que resulta en un personaje con mucho potencial, pero flojo en la ejecución.

Aquí es donde retomamos la base de la historia en cine con dos cómics: Lethal Protector y Planet of the Symbiotes. En cuanto al primer cómic, tenemos una historia donde se muestra la transformación de Venom a un antihéroe, con la mención a Life Foundation y al igual que en la cinta, se lleva a cabo en San Francisco. Para el segundo cómic, la película toma la parte en donde Venom, como el protagonista, defiende la Tierra de un ejército de simbiontes alienígenas.

Nada mal en retomar dos interesantes historias, lamentablemente, por el tiempo, la forma en que se ejecuta y el sentido que agarra casi al final de la película, el espectador se quedará con ganas de saber más detalles sobre lo que vieron en la pantalla.

Lo anterior, hace que falle en su intento por situarse como una epopeya digna del Olimpo de los superhéroes en el cine, aunque tampoco debemos ponerla como un flop totalmente, pues tiene bases y puntos clave que podrían funcionar para alguna secuela o conexiones con los proyectos a futuro de Sony.

En conclusión, Venom se convierte en una película de superhéroes palomera, con detalles que agradan a los no tan fans, y puntos clave que serán bien recibidos por los fans que realmente conocen a Venom.

No es tan mala como se pintaban en las primeras impresiones, pero tampoco vayan con la mentalidad de ver una oda al nivel de Logan. Aun así tiene buen nivel que la pondría en un lugar similar al de películas como Guardianes de la Galaxia 2 o Deadpool 2.

Ojo con las escenas postcréditos, una justamente a la mitad de créditos y otra al final, donde atan cabos sueltos para futuras sorpresas que nos dejan con muchas dudas, que bien podrían ser resueltas en un futuro.