Reseña: Hotel Transylvania 3: Monsters Overboard
¿Es Hotel Transylvania 3: Monsters Overboard tan bueno como la película o es otro juego genérico licenciado? Te invitamos a leer nuestra reseña.
Cuando hablamos de juegos licenciados puede tratarse de un arma de doble filo, ya que por un lado nos podemos encontrar con magníficos ejemplos como la serie Batman Arkham, South Park: The Stick of Truth o GoldenEye 007, pero, así como tenemos referentes de calidad, también hay otros que nunca debieron de haber salido a la luz, entre ellos el infame E.T. The Extraterrestrial de Atari, Superman 64 o Avatar: The Videogame.
Actualmente, ya son pocas las producciones cinematográficas que tienen una adaptación a videojuego, o bien, vienen acompañadas de uno para “expandir” la experiencia vista, sin embargo, no siempre es lo más atinado, incluso si se trata de un juego para niños. La recién estrenada en cines, Hotel Transylvania 3: Monstruos de Vacaciones logra adueñarse de las taquillas en su primer fin de semana, pero ¿logrará Hotel Transylvania 3: Monsters Overboard hacer lo propio en su estreno en Xbox One, PlayStation 4, ¿Nintendo Switch y PC?
¡Monstruos al rescate!
La historia del videojuego, como podrán imaginar, toma lugar durante el viaje en crucero de Drácula y compañía. Todo es calma en el navío, cuando, una tormenta provoca que los monstruos caigan por la borda y la brújula de Ericka Van Helsing se destruya en pedazos.
Con Frankenstein, Murray, la momia y Wayne, el hombre lobo, perdidos en una isla, Drácula y Mavis tienen la misión de encontrarlos, junto a los fragmentos de la brújula que les permitirá continuar su camino.
Si bien, es una trama original que logra justificarse e incluso es coherente como parte de los sucesos de la película, no toma riesgos, ni se siente como una parte prescindible a lo ya establecido dentro de las cintas animadas, sino que se trata de una historia sencilla que apela a los más pequeños de la familia y quienes, sin duda alguna, serán los que más agradezcan esta experiencia pues podrán ver Drácula, Mavis y a todas las criaturas fuera de la pantalla grande y de una manera más “personal”.
Impas de todos los colores y habilidades
Cuando se trata de juegos pensados para los niños, se recurre a mecánicas sencillas que van desde plataformeros como Super Mario Bros., beat’em ups al puro estilo de Double Dragon o juegos de rol (RPG) e incluso colectatones como si de Bajo-Kazooie se tratara. Claro que esto depende del tipo de juego y la licencia de la que se trate, más que nada para que vaya acorde a ella, pero ¿y si se experimenta con la licencia?
En el caso de Hotel Transylvania 3: Monsters Overboard, nos encontramos con juego bastante peculiar que deja de lado estos géneros y opta por la estrategia en tiempo real muy similar a lo que viéramos en su momento con Pikmin.
El estudio no solo se arriesga con una historia original, sino que también incursiona en un género poco visto entre los juegos para niños. Los pequeñines a quienes controlaremos bajo el mando de Drácula o Mavis son los denominados “Impas”, estas criaturas son el centro de toda la acción, ya que se encargarán de mover las plataformas o árboles, cruzar sobre áreas de extrema luz, combatir a los enemigos, y en general, auxiliar a los protagonistas a encontrar a sus amigos y piezas de la brújula.
Cada tipo de Impas cuenta con propiedades y habilidades diferentes que serán de gran ayuda en tareas específicas dependiendo la situación. Por un lado, están los Wolfimpas, quienes son unos excelentes trepadores y excavadores, pero son muy débiles; Frankenimpas, que tienen la habilidad de infligir daño al lanzarse (perfectos para el combate), a la vez que son capaces de mover cualquier cosa de gran peso o tamaño; los Mummimpas pueden construir puentes de arena y rebotar en las superficies.
Para aumentar el número de Impas que llevamos a nuestro lado, deberemos reunir las gemas necesarias y colocarlas en los portales ubicados a lo largo de la isla para hacernos con una criatura más para un límite de hasta diez de ellos en nuestro equipo.
Los controles para liderar a nuestro séquito de Impas son bastante sencillos, sin embargo, no muy convenientes en la versión para Nintendo Switch. Mientras que en PlayStation 4 se usa el touch pad para desplazar el puntero y llamar a los pequeños demonios, en Switch es el stick izquierdo el que nos permite esta función, el mismo que usamos para mover al personaje principal, algo caótico e ilógico cuando fácilmente pudieron recurrir a la pantalla táctil de la híbrida en modo portátil o algún otro comando que evite esta confusión y más al tratarse de un juego enfocado para los niños, donde la prioridad deben ser controles sencillos e intuitivos.
Uno de los aspectos más frustrantes quizá resida en el hecho del tiempo que tenemos para explorar los diferentes niveles, los cuales, si bien no son difíciles o complejos, el estar limitado a 10 minutos para poder recorrer lo más posible del escenario, cortando de forma tajante la experiencia del momento y teniendo que regresar al barco para que el personaje se “refugie del sol” y esperar a que la noche caiga de nuevo para poder salir.
Por otro lado, la inexistencia de un mapa complica la exploración de los niveles, ya que estos son largos pasillos que siguen la misma ambientación y no hay distinción alguna, por lo que un mapa hubiera venido bien para ubicar los portales de los Impas y el saber qué zonas ya se habían visitado para no perder el ya de por si escaso tiempo que hay para visitar los niveles de las islas.
Unas vacaciones terroríficas
En cuanto a los gráficos, Hotel Transylvania 3: Monsters Overboard no es para nada una obra demandante, ni con los mejores visuales, y menos al tratarse de la versión para Nintendo Switch. La caracterización y modelado de los personajes es decente, sin embargo, al momento de ponerle atención a las expresiones, estos ni siquiera gesticulan con la boca para de menos fingir que hablan, además de que los rostros son extraños y sin carisma, a diferencia de las películas.
Para fortuna de los fans, las voces originales están presentes con Selena Gómez (Mavis), Adam Sandler (Drácula), Kevin James (Frankenstein) y todo el reparto entero, sintiéndose tan siquiera en este aspecto un mérito al ser un juego licenciado, aunque con una variedad de líneas y diálogos muy escueta.
La ambientación es parte importante de la experiencia, pero aquí todo resulta muy acartonado y monótono; recorreremos tres islas que, a pesar de diferenciarse por los biomas, no pudimos dejar de sentirlas como una mismo y más al ser largos pasillos vacíos que desembocaban en algún enemigo, gemas o acertijo por resolver.
Un viaje que ni Drácula querrá volver a repetir
Los juegos licenciados siempre han sido todo un tema de discusión desde tiempos inmemorables, con adaptaciones pobres, con falta de creatividad y una jugabilidad mediocre, aunque claro, hay sus excepciones como en todo. Hotel Transylvania 3: Monsters Overboard trata de experimentar con un género poco usual, aunque no lo logra del todo bien, sin olvidar que los personajes se sienten sobrepuestos a los escenarios, la ambientación es monótona y las interpretaciones no tienen el mismo carisma de las películas.
Pensado como un juego para niños y fans que desean ahondar más en sus personajes favoritos, seguramente querrán mantener su fanatismo únicamente en las películas para no perder el encanto por Drácula y compañía con un juego como este, quen momentos puede tornarse muy rutinario y poco emocionante por donde se le vea.
Título: Hotel Transylvania 3: Monsters Overboard
Desarrolla: Torus Games
Publica: Outirght Games
Género: Aventura/ Arcade/ Juego de Rol
Plataforma: Nintendo Switch, Xbox One, PlayStation 4 y PC
Estreno: 10 de julio de 2018