Así es como Twitter ha comenzado a ayudarnos a ignorar a los trolls

Ya podemos ir preocupándonos menos por esos molestos seres en la red social del pajarito

En su definición más clásica, “troll” es un término originario de Noruega empleado para referirnos a una criatura mitológica, siendo su correcta escritura en la lengua española utilizando solamente una “l”, es decir, “trol”.

Ya en la era moderna, un trol (o troll en inglés) de internet, no es más que la palabra usada para hacer alusión a aquella persona que gusta de publicar mensajes de poca o nula relevancia, incitadores a la violencia, fuera de lugar, en fin, contenido que no aporta nada positivo a una determinada conversación. Dijera el Joker, una persona que solo quiere ver al mundo arder.

Es precisamente este último tipo de troll sobre el que Twitter ya se encuentra tomando acciones concretas para “desaparecer”, o al menos reducir considerablemente sus molestos efectos.

Según ha informado la compañía californiana, la nueva estrategia para combatir a estas personas incluye el uso de “señales” o “alertas” de comportamiento, gracias a las cuales será más fácil identificarlos en un primer momento, para enseguida proceder a limitar la visibilidad de sus mensajes o tweets.

Dentro de la misma estrategia el director de la compañía, Jack Dorsey, declaró se intentará encontrar cuentas problemáticas examinando de manera minuciosa el comportamiento de las mismas, así como las confirmaciones de sus cuentas de correo electrónico.

Así, tanto tweets como retweets molestos se verán relegados a posiciones más “escondidas” (osea, habrá que dar más scroll).

De acuerdo a lo reportado por la propia compañía, sus primeros resultados arrojan una disminución de un 4% en los reportes de abuso provenientes de las búsquedas, así como un 8% en el caso de las conversaciones que se han “deformado”.

Cabe señalar que Twitter no eliminará este tipo de mensajes, sino que simplemente los hará menos visibles. De igual forma, no podemos olvidar que siempre tenemos la opción de bloquear o “mutear” a esa gente que sabemos no busca aportar nada interesante al intercambio de ideas.

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