Crítica: Escuadrón Suicida: Deuda Infernal

Published

7 años ago

abril 20, 2018

Una nueva misión para los villanos de DC Comics: sus guionistas.

En algún momento durante el desarrollo de esta película nos encontramos una escena ubicada dentro de un club en el que un personaje debe bailar sensualmente mientras hace un striptease, y en es ese justo momento cuando todo el equipo detrás del universo animado de DC Comics se va al carajo. De pronto la historia se va al agujero junto con la motivación y desarrollo de sus personajes, el concepto de la cinta cambia radicalmente de estilo una vez más y la trama empieza a enredarse más, con la esperanza de hacer más interesante una historia que simple y sencillamente existe porque había que hacer algo…

Escuadrón Suicida: Pacto Infernal es la segunda cinta animada que protagoniza el equipo de villanos sometidos por Amanda Waller, una temida y extremadamente influyente agente gubernamental norteamericana, sólo que en esta ocasión la misión por cumplir no sólo está fuera de los intereses del gobierno de los Estados Unidos, sino que la resolución le pega muy fuerte a la continuidad que se había manejado hasta este momento en el universo animado de DC Comics.

Durante los últimos 10 años, la dupla del director Sam Liu y el escritor / productor Alan Burnett han influido profundamente en el desarrollo de estas producciones animadas, y aunque durante su carrera han logrado tener adaptaciones geniales y una que otra historia original, los vicios en su trabajo son cada vez más comunes y en el caso de esta película, muy evidentes.

Dejando a un lado el trabajo en el diseño de personajes y la dirección de arte, llama mucho la atención como Escuadrón Suicida: Pacto Infernal inicia referenciando de manera visual y en su narrativa el cine que caracteriza el trabajo de Robert Rodriguez e incluso, el desarrollo de su historia se mantiene como tal muy a pesar de que en más de una ocasión desvía su atención de la trama central y ya hacía el final se vuelve un descontrol total que no sabe cómo cerrar su historia para acabar tomando el camino más impactante… y fácil.

Al igual que otras cinta sobrevaloradísimas del universo animado de DC Comics como las terribles adaptaciones de The Killing Joke y Batman: Gotham by Gaslight, Escuadrón Suicida: Pacto Infernal se quiere presentar como una cinta “seria”, llenándose de secuencias “violentas”, “sangrientas” o “sensuales” para creerse madura, pero al momento de ejecutarse se siente una fortísima limitación o censura que deja la historia a medio camino en su narrativa y presentación, lo cual se ve afectado mucho más cuando te llenan el reparto de personajes con héroes y villanos poco conocidos para el público promedio que además, ni siquiera tienen la molestia de presentar de manera formal de una forma u otra.

Genérica a más no poder, Escuadrón Suicida: Pacto Infernal sólo tiene un verdadero problema para quienes la vean y no sean fanáticos del género o lo personajes y no, no es el hecho de que Harley Quinn se quede en un olvidadísimo rincón durante casi toda la película. La bronca es que esta película es el primer trabajo de doblaje de Christian Slater, quien interpreta a Deadshot, y la verdad, aun siendo un personaje animado, el papel le quedó muy grande al olvidado actor. Lástima.