(Cine Crítica) Nintendo Quest

Published

7 años ago

marzo 15, 2018

Una película que nos muestra que el coleccionismo gamer es mucho más que un juego!

700 juegos, 30 días y un reto son la fórmula con la cual el director y productor Rob McCallum sigue a su mejor amigo, Jay Bartlett, en su misión por hacerse de todos los cartuchos que salieron a la venta para el Nintendo Entertainment System. ¿Las reglas? Jay no podrá apoyarse del internet en ningún momento para adquirirlos, ni obtendrá dinero de la producción, por lo que tendrá que visitar las tiendas de juegos retro que encuentre en su camino y de paso, recibir el apoyo de uno que otro cuate para salir victorioso. ¿Lo logrará? Esa es sólo una de las historias que veremos en este documental que quiere mostrarnos a un personaje rara vez descrito en este medio: el fan.

A diferencia de cualquier otra consola o sistema de entretenimiento interactivo, la primera consola de Nintendo no sólo marcó una época en la vida de toda una generación, sino que la influencia que dejó en esta industria y sus consumidores sigue vigente hasta el día de hoy. En “Nintendo Quest” el reto de obtener los casi 700 juegos que se publicaron en los Estados Unidos para el NES es la excusa con la cual el director nos muestra el impacto de éstos en la comunidad videojugadora norteamericana, desde los más casuales hasta los profesionales no sólo del juego, sino también del coleccionismo de éstos cartuchos y todo lo que les rodea.

Desde la experiencia de visitar tiendas de videojuegos retro y hacer tratos con los dueños de las mismas hasta enfrentarse a los coleccionistas obsesivos y uno que otro vendedor abusado, el viaje de Jay se intercala primeramente con entrevistas a grandes figuras del medio que incluyen músicos, artistas, campeones profesionales, periodistas y youtubers, cada uno discuetiendo como es que todo lo que conformó al NES llegó en su momento para marcar su vida como videojugadores.

Claro, la producción no deja de tener sus puntos bajos como la remembranza del pasado trágico de nuestro protagonista (que en un momento pasa de querer empatizar a estar completamente fuera de lugar en el documental) y una visión quizá muy superficial de algunos temas como la historia de Nintendo y la influencia musical que tuvieron los juegos en quienes los jugaron, pero esto se complemente con momentos emotivos como el propio epílogo de esta historia y además, ciertos datos interesantes como resulta ser la lista de los 20 títulos más difíciles de conseguir, los cuales por ende son los más caros del mercado.

Lleno de sorpresas, referencias y una que otra visita a la nostalgia de quien, como los protagonistas de este documental, tuvimos la oportunidad de vivir en su momento y todo su esplendor la época dorada del NES, “Nintendo Quest” ofrece bastante información como para considerarse una interesante curiosidad menor dentro del género de los documentales basados en los juegos de video.

Aparte, y quizá como el punto más sobresaliente de toda la producción, es que este filme es el pionero en tratar el tema del coleccionismo en el mundo de los videojuegos y de paso logra explicar en más de una forma el reto que implica tener, valorar y conservar los títulos en su presentación original; un hecho cultural poco reconocido en la actualidad.