Iron Man 3 o cómo una película destruyó completamente un personaje
Seguimos con nuestros martes de MCU, ahora con una de las peores películas del universo Marvel en el cine, donde abordaremos el tema de Iron Man 3 y como es que casí destroza un personaje que fue ícono en la primera fase.
Seguimos con nuestros martes de MCU, ahora con una de las peores películas del universo Marvel en el cine.
En nuestra columna semanal, martes de MCU, toca hablar una de las peores películas de esta saga tanto en historia, personajes, villanos y sobre todo que significó la casi quiebra de uno de los pilares del universo cinematográfico de Marvel, nos referimos a Iron Man 3.
Esta película vino a cerrar una trilogía donde veríamos un gran inicio de Tony Stark en Iron Man, un posible intermedio con temas interesantes como el alcoholismo de Stark o el uso de su tecnología por parte de los villanos en Iron Man 2, pero que en Iron Man 3, con una supuesta “manita de gato” por parte de Disney, tendríamos una triste y desangelada película que replanteará lo que vendría en la segunda fase de la primera era del MCU.
Pero ¿porqué era tan mala la película?. De inicio Iron Man 3 tenía una historia muy floja y que combinaría diferentes cosas de los cómics, como armaduras muy interesantes, pero ninguno de estos elementos cuajó realmente.
Desde el inicio de la película sabemos que nos presentarían al villano más icónico de Iron Man, el mismísimo Mandarín, que aun con su organización terrorista de los 10 anillos y la presencia de Ben Kinglsey termina por decepcionarnos y mostrarnos un simple actor encarnando al líder supremo, donde se sacan de la manga que fue contratado por el verdadero “Mandarín” aka Aldrich Killian.
Aquí es donde empezamos el revoltijo de historia, donde ya no es el Mandarín icónico, sino que ahora tenemos a Aldrich Killian, creador de Extremis en el filme y dueño de A.I.M. otra organización emblema de los villanos en Marvel. Tendría sentido y coherencia si sólo hubieran tomado a Killian como el villano principal sin mezclarlo con el Mandarín, pero decidieron hacerlo junto al virus Extremis y sus soldados, poniendo un gran y gigantesco WTF dentro de Iron Man 3.
Y seguíamos bajando en esa espiral terrible de mezclas de historias, personajes, armaduras, pero sobre todo el momento Disney, donde Tony dentro de todo ese “problema de paranoia” que nos quisieron mal vender de una forma burda al crear sus armaduras “telekineticas”, se encuentra con un niño que lo salva de morir después de un ataque que lo deja mal herido y con su armadura casi destruida.
Este momento buscaba “hacer conciencia” en Tony para dejar atrás sus miedos y enfrentarse al “Mandarín” para salvar lo que quiere. Pero seamos realistas, más que algo que aporte a la historia, se nota como un punto muy forzado y que pudo haber sido eliminado sin problemas.
En la película se presentan armaduras nuevas, de las cuales serían controladas de forma remota por Tony, incluyendo algunas icónicas como la Stealth hasta algunas interesantes como la Mark 17 también llamada Heartbreaker, que permitía un rayo de repulsión muy fuerte desde el pecho.
Por un momento pensaríamos que la inclusión de estas armaduras sería un gran aliciente visual y sobre todo uno que nos haría emocionarnos al verlas en pantalla usadas por Stark, pero de nuevo nos matan la ilusión al solo verlas por momentos breves en diversas peleas y que al final fueran destruidas por “un bien común”. Eso sin mencionar que también haríamos una mezcolanza con la Iron Patriot vestida por Rhodey, teniendo de nuevo conflictos con la historia.
Todos estos elementos, hicieron ver una película sin pies ni cabeza, donde pondrían a un Tony Stark perdido en pantalla, casi sin brillo y dejando toda esa esencia ególatra e imponente que había ganado en los anteriores filmes incluyendo la de Avengers en alguna de sus armaduras para verse como el cachorrito con miedo a salvar el día, vemos a una Pepper Potts que gana protagonismo donde ni héroes ni villanos destacan.
Al final, esta película lamentablemente se convierte en el flop de Marvel que esperaba tener mejores resultados con un trabajo en conjunto con Disney, pero aún cuando se vendió bien en taquilla, al respetable le dejó mal sabor de boca, y a pesar de que ya han pasado casi 6 años de su estreno, Robert Downey Jr. sigue cargando esa loza que al parecer pronto colgará la armadura para dejar el personaje de Tony Stark.